Zacatecas, Zac. El gobernador de Zacatecas, David Monreal Ávila, responsabilizó a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), por el colapso del bordo San Aparicio, “debido a que es evidente que no se han realizado el monitoreo de presas, ni se les da mantenimiento, como el desazolve de los vasos, que es esencial para evitar en caso de tormentas, grandes desfogues o el rompimiento de sus cortinas por la presión del agua”.
La mañana del sábado, Monreal Ávila acudió a la presa San Aparicio, ubicada entre las comunidades de Perales y San Fernando, del municipio de Genaro Codina, desde donde lamentó que haya colapsado ese embalse, el cual provocó severas inundaciones y afectó a los habitantes de tres comunidades rurales.
“No quiero hablar de más, pero no sé qué esté haciendo la Conagua, porque no se aprecia que estuvieron monitoreando o viendo el comportamiento de las presas”, afirmó Monreal Ávila.
Además, advirtió que va a “pedir a los especialistas un peritaje, porque a decir verdad –el colapso ocurrió-, no es solamente por el torrencial de agua, hoy lo que se aprecia es que está abandonado el campo. No solo en la falta de apoyos, sino que está abandonado con la falta de mantenimiento: no se ve que hubo desazolves, limpieza en los cauces de los ríos”.
El mandatario estatal dijo que “a la parte federal”, le ha faltado supervisión para evitar la construcción de viviendas en los cauces de arroyos y ríos, lo cual está prohibido, “porque es un asunto de prevención, de protección civil también, que no debiera permitirse”.
En contraparte, Víctor Manuel Reyes Rodríguez, director de la Conagua en Zacatecas (quien llegó a ese puesto desde el anterior gobierno federal), informó a través de un comunicado de prensa que el embalse San Aparicio colapsó por las lluvias ocurridas en esa demarcación.
Ante la contingencia, la Conagua -aseguró Reyes Rodríguez- “ha implementado un operativo de emergencia, a través de sus brigadas de Protección a la Infraestructura y Atención de Emergencias”.
Además, derivado de ese rompimiento del embalse y el volumen extraordinario de agua, se intensificó el monitoreo de la presa El Infiernillo, que está ubicada aguas abajo, de la primera, la cual “empezó a derramar agua por su vertedor libre, al ser rebasada su capacidad de almacenamiento”.
La tarde del viernes, al difundirse un fuerte rumor según el cual acababa de colapsar también la presa El Infiernillo, en la cabecera municipal de Genaro Codina, se generó psicosis entre la población de la comunidad y también entre los servicios de emergencia y la Guardia Nacional, quienes estaban auxiliando a la población en tareas de limpieza.
“Vámonos qué ya viene la creciente”, trascendió que gritaban algunos pobladores. Huyendo cientos de personas quienes salieron corriendo de sus casas y negocios, cargando bolsas de ropa y hasta a sus mascotas; las autoridades, en vehículos oficiales, salían por las empinadas calles de Genaro Codina, en medio de un torrencial aguacero, sin saber que se trató de una falsa alarma.
Pero este fin de semana, la Conagua confirmó que tras una supervisión matutina en las presas El Infiernillo y La Concha “cuentan con vertidos tirantes de 20 y 30 centímetros, respectivamente, los cuales no ponen en riesgo a la infraestructura hidráulica ni a la población”.
Por su parte, el gobernador David Monreal Ávila informó que ha solicitado formalmente a la Coordinación Nacional de Protección Civil, que se emita la Declaratoria de Emergencia, para los municipios de Genaro Codina y Cuauhtémoc, otra población en donde también hubo inundaciones.