La celebración del 211 aniversario del inicio del movimiento de Independencia propició un mensaje a la unidad desde la cúpula del Ejército Mexicano. En torno a Palacio Nacional, donde se encontraban el presidente Andrés Manuel López Obrador y su homólogo de Cuba, Miguel Díaz-Canel, desfilaron 15 mil 145 elementos de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de Marina, así como de la Guardia Nacional.
El titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval, puntualizó que para alcanzar un país libre, la integridad, la independencia y la soberanía se manifiestan entre la población.
Ayer, desde temprana hora, las calles del Centro Histórico de la Ciudad de México se encontraban copadas de soldados, marinos y miembros de la Guardia. En buena parte de ellas se tendieron vallas de metal para impedir el paso de transeúntes, porque la orden fue terminante: la ceremonia sería cerrada al público, con la finalidad de evitar contagios de Covid-19. Eso no disuadió a muchas personas que se congregaron para observar los vehículos artillados, los caballos y a los efectivos de las fuerzas especiales.
Aparte del desfile por el Día del Ejército, el de ayer es el más importante para las fuerzas armadas, con el objetivo de demostrar que se está cerca de la población, se moderniza y que con la nueva comandancia de la Sedena se enfila a una nueva era. En esa ruta, Sandoval dirigió uno de los tres mensajes programados –además de los presidenciales de México y Cuba–, en el que expuso que el recuerdo de la Independencia evoca la necesaria unidad nacional.
“En contraste con las luchas armadas que se dieron en otras épocas para la construcción de la nación mexicana, en nuestros días las cosas son diferentes y los procesos de transformación se inician democráticamente con el pueblo, que ejerce su derecho a elegir un proyecto de nación con el que se identifica y está convencido de su viabilidad.
“El respeto a la voluntad del pueblo es muestra de civilidad, y aun cuando existan diferencias de pensamiento, todos somos mexicanos, y es necesario estar unidos con el propósito común de alcanzar las aspiraciones y objetivos nacionales, porque la unidad es la mayor fortaleza para lograr que el país avance con progreso y bienestar social, justicia y auténtico estado de derecho.”
Asi, exaltó el papel de las fuerzas armadas en la vida del país. Los elementos de tierra, mar y aire “evolucionan a la par de México, constituyéndose en piezas fundamentales para la defensa de su integridad, independencia y soberanía, así como para su seguridad interior y apoyo a la sociedad, pero también para el desarrollo de México. En consecuencia, se adaptan a los tiempos actuales y al contexto de nuestro país respaldando firmemente al gobierno que usted representa”.
En el desfile, que se extendió tres horas con 49 minutos, incluyendo la ceremonia conmemorativa del lado de la puerta central de Palacio Nacional, se vio pasar al batallón de tropas de administración femenino, unidades motorizadas, navales y aeronaves no tripuladas. Las dos secciones especiales a pie (selva, desierto y urbanas) y motorizada, así como un bloque de operaciones anfibias del Ejército.
Como es tradición, se presentó el agrupamiento de charros. Desfilaron sobre las calles del Centro 598 vehículos, cuatro unidades de maquinaria pesada, 243 caballos y 205 perros adiestrados. Además, 100 aeronaves de alas fija y rotativa cruzaron el cielo de la Ciudad de México; destacan aviones de las escuadrillas Avispa C-295, Mamut C-27J, C-130 y T-6C+ y Orca B-737, escoltados por aviones F-5.