En la última hora del lunes recién pasado, tres camionetas con personas armadas irrumpieron en un hotel de Matehuala, San Luis Potosí, y secuestraron a 39 huéspedes, entre ellos 23 extranjeros (de nacionalidades cubana, haitiana y venezolana) y 16 mexicanos.
Los delincuentes se llevaron casi a todas las personas que encontraron en el hotel. Un reporte recabado en oficinas militares de la Ciudad de México asegura que policías municipales de Matehuala ya habían ido a medianoche al mismo lugar de descanso a preparar una “redada” de indocumentados, aunque no la realizaron. Volvieron el mismo lunes en cuya noche se realizarían los secuestros para exigir que les permitieran checar cada uno de los cuartos de hotel y requerir que los hospedados mostraran sus documentos migratorios en regla. La administración del hotel Sol y Luna no estuvo de acuerdo en tal acción, lo cual motivó el enojo de los agentes.
De acuerdo con el primer reporte en poder de las autoridades, a las once de la noche ya no llegaron policías, sino las camionetas con presuntos miembros del cártel dominante de esta región semidesértica de San Luis Potosí. A patadas rompieron las puertas de los cuartos, destrozaron las vidrieras y comenzaron a identificar a los secuestrables, ya que antes se habían hecho de la bitácora de hospedaje. A dos empleados del hotel también se los llevaron, los torturaron y amenazaron.
El escándalo, por la cuantía de los “levantados” y su condición de extranjeros y migrantes, movilizó a los aparatos federal, estatal y municipal, y más tarde fueron encontrados los extranjeros, deambulando en un camino de terracería. Los mexicanos ya habían sido liberados antes por los propios secuestradores. A un comerciante de muebles, proveniente de Ecatepec, se lo habían llevado con todo y un vehículo de tres toneladas de carga en que transportaba su mercancía; a otra persona le pretendieron robar una camioneta cuya marcha no pudieron activar.
Un investigador federal aseguró que los migrantes habían dicho en el hotel que tenían permisos para estar en México e incluso alguien mencionó algo relacionado con Amnistía Internacional. A pesar de que a cien metros del hotel Sol y Luna se ubican efectivos de la Guardia Nacional, en los momentos críticos no estuvieron disponibles, a pesar de las llamadas telefónicas insistentes; guardias destacados en la carretera federal sí se presentaron.
Una pista que siguen los investigadores federales se refiere a formas de extorsión de migrantes, a quienes se secuestra e incomunica para, con sus datos, contactar a familiares en Estados Unidos a fin de que paguen rescates. También podría tratarse de ajustes de cuentas entre grupos delictivos por el control de grupos migrantes en tránsito hacia el vecino país norteño.
Lo cierto es que en calles de Matehuala y zonas aledañas es frecuente ver vehículos con hombres portando armamento de alto calibre, los comercios y negocios tienen ya institucionalizado el pago de cuotas de protección y algunas tareas de índole gubernamental son realizadas directamente por esas personas armadas, que imponen cobros y sanciones conforme a su criterio. El presidente municipal con licencia, Alejandro Segovia Hernández, conocido como Jano y llegado al cargo a nombre del PVEM, es ahora diputado federal, postulado por el mismo Verde y los partidos Morena y del Trabajo.
Astillas
Con su discurso de ayer ante el presidente cubano, y con la reunión a realizarse de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la consecuente arremetida contra la Organización de Estados Americanos, Andrés Manuel López Obrador consolida un papel de liderazgo subcontinental pero, al mismo tiempo, provoca imperiales cejas alzadas en Washington… ¡Hasta el próximo lunes, luego de haber visto este jueves en la última fila de invitados al desfile militar a Ken Salazar (con sombrero), flamante embajador de Estados Unidos en México!
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