El Comité de Monumentos y Obras Artísticas en Espacios Públicos de la Ciudad de México aprobó la reubicación de la estatua de Cristóbal Colón de Paseo de la Reforma al parque América, en la alcaldía Miguel Hidalgo.
En sesión realizada el miércoles, destacó que el principal motivo de esta decisión es la preservación de la pieza, catalogada como monumento histórico, ante la vandalización de que ha sido objeto desde 1991 por las manifestaciones de colectivos que exigían su retiro.
Asimismo, admitió que desde su colocación en la principal avenida de la capital del país fue criticada, pues representaba la visión europeizada de México.
Declarada monumento histórico en 1956 por decreto presidencial en el mandato de Adolfo Ruiz Cortines; el Comaep, integrado por representantes del gobierno capitalino y el Instituto Nacional de Antropología e Historia, desatacó que debe ser protegido y resguardado.
Para la reubicación de la estatua de Cristóbal Colón, se evaluaron más de 20 sitios, y al final se seleccionó el parque localizado en avenida Horacio, colonia Polanco al considerar que es “un espacio que dignifica el valor artístico de la obra”.
Lo anterior, por ser un parque en el que no hay afectaciones al medio ambiente, como la remoción de árboles; que el peso de la obra no dañará el espacio a la redonda y no hay afectaciones a las trazas urbanas.
Aunado a ello, el comité destacó también que la alcaldía Miguel Hidalgo cuenta con los registros más bajos de vandalización, por lo que se consideró el lugar más idóneo para la conservación y preservación del monumento.
La estatua y su basamento se colocarán en el centro del parque del lado este, con la finalidad de que se pueda “apreciar la belleza escultórica de la pieza”.
Desde 1990, en la Ciudad de México comenzaron a realizarse marchas de diferentes pueblos originarios que exigían el retiro del monumento, con acciones que incluyeron la quema de ofrendas florales colocadas en el monumento, manifestaciones que con el paso de los años derivaron en la vandalización de la obra, e incluso con intentos de derribarla, por lo que se solicitó protegerla con tapiales.
El año pasado, con la creación del movimiento “Lo vamos a derribar”, se determinó retirar la escultura para su restauración, conservación y protegerla de más actos vandálicos.