Puerto Príncipe. El primer ministro de Haití, Ariel Henry, se defendió la noche de este jueves de las sospechas en su contra en la investigación del asesinato del presidente Jovenel Moïse, denunciando "un alboroto" motivado por "intereses políticos".
El jefe de gobierno criticó en un comunicado publicado en redes sociales "el alboroto orquestado a nivel nacional e internacional en torno a las conversaciones telefónicas que se produjeron la noche del vil asesinato del presidente".
Moïse fue asesinado a tiros el 7 de julio por un comando armado en su casa en Puerto Príncipe y continúan las dudas sobre quién estuvo detrás del ataque.
El martes, el comisionado del gobierno de Puerto Príncipe, equivalente al fiscal, pidió al juez encargado de investigar el caso que procesara a Henry con el argumento de que habría mantenido llamadas telefónicas con uno de los principales sospechosos pocas horas después del atentado, Joseph Félix Badio.
Exintegrante de la unidad anticorrupción, dependiente del Ministerio de Justicia, Badio habría sido geolocalizado en el área donde se encuentra la residencia privada de Jovenel Moïse durante las llamadas realizadas a Ariel Henry a las 4:03 y 4:20 de la mañana locales.
Unas horas después de esta acusación, Henry anunció la destitución del fiscal por "falta administrativa grave".
Signo de las tensiones existentes en el poder ejecutivo, también fue reemplazado el secretario del consejo de ministros.
"Es difícil hoy precisar los nombres de todos los que me llamaron o la naturaleza de la conversación, máxime cuando no pude atender todas las llamadas", dijo el primer ministro la noche del jueves.
Designado primer ministro por Moïse menos de 48 horas antes de la muerte de este último, Henry añadió que "las conversaciones con personas contra las que se formulan acusaciones no pueden, en ningún caso, utilizarse para incriminar a nadie".
"Los intereses políticos no permiten que nadie ni ningún grupo de individuos haga insinuaciones serias y sin fundamento, y mucho menos intentar entregar a alguien a la venganza popular, independientemente de si realmente tiene alguna responsabilidad en algo", dijo Henry en su mensaje.
Cuarenta y cuatro personas, entre ellas 18 colombianos y dos estadounidenses de origen haitiano, han sido detenidas en relación con la investigación del asesinato de Moïse, cometido sin que ningún policía de su guardia privada resultara ni siquiera herido.