Nueva York. Hace 10 años estalló Ocupa Wall Street, cuya presencia física duró solo un par de meses pero cuyo impacto sigue retumbando por Estados Unidos al cambiar la narrativa política con su famoso lema de “somos el 99%” colocando la injusticia económica al centro del debate sobre la democratización del pais y nutrir algunos de los movimientos progresistas sociales y electorales sin precedente a lo largo de esta última década.
Respondiendo a un llamado por un revista independiente activista, Adbusters, a que 20 mil manifestantes tomaran Wall Street el 17 de septiembre del 2011, sólo unos cientos de jóvenes respondieron. Se encontraron con una masiva presencia policiaca estableciendo un perímetro de seguridad de cuadras alrededor de Wall Street pero que en efecto logró el objetivo de los manifestantes - poner bajo sitio el símbolo del capitalismo, la Bolsa de Valores de Nueva York. Hasta la famosa escultura del toro de Wall Street sería asignada protección policiaca de 24 horas durante esos dos meses.
Al ser impedidos llegar a Wall Street, los manifestantes procedieron al Parque Zuccotti a unas cuatro cuadras, una plaza a un lado de Broadway, el cual tomaron re-bautizando el lugar como “Plaza Libertad”. Durante los primeros días instalaron una cocina popular, una biblioteca, una carpa de asistencia medica y empezaron a organizar foros. Todos los días realizaban una “asamblea general” en las cuales toda decisión se tomaba por consenso en su experimento de organización horizontal sin líderes.
Identificaron como su inspiración al movimiento de los Indignados en España, la Primavera Arabe, y las movilizaciones estudiantiles en Chile y reconocieron como sus antepasados inmediatos al movimiento altermundista de fines de los noventa y algunos tenían como referencia al EZLN y nuevas expresiones en Sudamérica.
Se asombraron de que eran percibidos como una amenaza tan peligrosa que las autoridades asignaron a cientos de policías y agentes para protegerse de lo que era un movimiento no violento y al inicio muy blanco y de clase media. Pero sus filas fueron creciendo y diversificándose tanto en color como de edades.
En los primeros días de repente apareció una brigada de trabajadores del sindicato del transporte publico de varias razas y etnias coreando “somos el 99%”. Con los días, se empezaron a sumar integrantes de otras organizaciones y movimientos incluyendo los de otros gremios - telefonistas, maestros, electricistas, jornaleros - como agrupaciones de derechos civiles, activistas gay, veteranos de guerra, religiosos, anarquistas, activistas comunitarios, académicos y artistas.
El cambio se notó en las conversaciones e intercambios, los idiomas y sobre todo en el ritmo de los incesantes tambores, que ahora ya hacían bailar.
El comedor popular daba de comer a todos de manera gratuita, gracias a donativos de todo el pais, se coordinaron proyectos de difusión y comunicación incluyendo un periódico impreso de alta calidad llamada The Occupied Wall Street Journal, se organizaron grupos de trabajo y hasta una “universidad” sobre temas de todo tipo. Aparecieron y participaron líderes sociales e intelectuales y artistas de renombre entre ellos Jesse Jackson, Pete Seeger, el presidente de la central obrera nacional Rich Trumka, Tom Morello, Michael Moore, Naomi Klein y en otras ciudades participaron Noam Chomsky y Cornel West.
En uno de los foros de Ocupa en Nueva York, Arundhati Roy declaró que “lo que ustedes han logrado desde el 17 de septiembre… es introducir nueva imaginación, un nuevo idioma político, en el corazón del imperio. Ustedes han reintroducido el derecho a soñar’.
Realizaban acciones directas diarias, marchas, bailes, acciones directas no violentas y algunas aventuras y travesuras con gran humor [https://theyesmen.org/project/occupybullfight/video] y producian videos con nombres tramposos para difundir sus mensajes [https://vimeo.com/30476100].
Ocupa Wall Street se multiplicó y en un momento llegó a tener presencia en más de 100 ciudades y pueblos - desde Filadelfia a Boston, Chicago, Oakland, Phoenix y Washington y hasta Alaska - con diversas expresiones y dimensiones como en otros 82 países, incluyendo brevemente en México.
El sociólogo Immanuel Wallerstein proclamó que era en su momento “el acontecimiento politico más importante de Estados Unidos desde los levantamientos del ’68, de los cuales es descendiente…” [https://www.jornada.com.mx/2011/10/22/politica/036a1pol]. Jesse Jackson, al acompañarlos declaró que los manifestantes eran “los hijos de la campaña de los pobres” de Martin Luther King.
La autora y analista Rebecca Solnit registró que fue el primer momento unplugged de la generación que nació enchufada a las computadoras y las redes cibernéticas, porque por primera vez se reunieron fisicamente, podían verse, enojarse, enamorarse y organizarse en persona. Entre sus logros, escribió en el primer aniversario de ese estallido, fue el “articular, clara e incontrovertiblemente, y a todo volumen, que espantoso y destructivo es el actual sistema económico. Nombrar algo es una acción poderosa… hablar la verdad cambia la realidad (…) Los astutos de Ocupa trajeron a un caballo de Troya lleno de la verdad a la ciudadela de Wall Street”.
Dos meses más tarde, la policía logró reprimir y desmantelar el campamento en la Plaza Libertad, llegando con gases y equipo anti-motín y tirando a la basura cientos de libros. “No pueden desalojar una idea cuyo momento ha llegado” fue la respuesta en pancartas.
Diez años después se debate el impacto real de Ocupa. Un lider veterano de diversas luchas sociales, desde el sindicalismo democrático en los setenta, el movimiento Arcoiris de Jackson, a la fundación de un partido politico de izquierda, comento a La Jornada esta semana que se tiene que reconocer que “Ocupa puso la desigualdad sobre la mesa - ellos cambiaron [el debate politico] sobre ese tema mas en tres meses que nosotros en 30 años”.
Muchos jóvenes que despertaron políticamente con ese movimiento se han sumado a una amplia gama de nuevas iniciativas, desde cooperativas de trabajadores a nuevos movimientos ambientalistas [ver el nuevo llamado de Adbusters https://www.adbusters.org] al movimiento por las vidas negras a nuevas organizaciones poltiico-electorales e incluso han ganado puestos electorales.
De hecho, varios veteranos de Ocupa participaron en las dos campañas presidenciales del socialista democratico Bernie Sanders quien retomo y puso al centro del mensaje de su movimiento el vocabulario hecho masivo por Ocupa de defender el 99% contra el control antidemocrático del 1% mas rico de la economía y la política en este pais.
El enfoque sobre la injusticia económica, el 1% contra el 99% promovido por Ocupa Wall Street sigue siendo un eje central de la disputa política, económica y social de Estados Unidos 10 años después.