Managua. El diario La Prensa, crítico al gobierno de Daniel Ortega, anunció este jueves que redujo su personal debido a que sus cuentas bancarias fueron congeladas tras el allanamiento a sus instalaciones y la detención de su gerente general, en medio de la represión contra opositores en Nicaragua.
El 13 de agosto la policía allanó las instalaciones del diario La Prensa, el más antiguo del país y el único que circulaba de manera impresa en el país, bajo cargos de "fraude aduanero y lavado de activos".
La intervención se produjo un día después que el rotativo denunciara el "secuestro" por parte de la oficina de Aduana de papelería y equipos importados para operar.
"Después de 33 días que las instalaciones de Editorial La Prensa fueron allanadas y nuestro gerente general Juan Holmann fue detenido, la empresa se ha visto en la necesidad de hacer un recorte forzado de personal para poder sobrevivir", informó el rotativo en su sitio web.
Indicó que el gerente general del diario fue acusado "absurdamente" el nueve de septiembre de lavado de dinero, que las cuentas de la editorial "han sido congeladas" y las instalaciones del diario están ocupadas, sin "señales de que la dictadura tenga ánimo de regresarlas a sus legítimos dueños".
"Esta situación nos obligó a tomar la dolorosa decisión de reducir nuestro personal para operar solo con la cantidad suficiente para continuar informando desde nuestro sitio web y garantizar la supervivencia de la empresa", explicó.
Ortega ha acusado a La Prensa "de prestarse a lavar dinero" y de realizar "otras actividades" ajenas al periódico, lo que ha juzgado como "un delito".
La Prensa fue objeto de cierres durante la dictadura de los Somoza (1937-1979), así como el bombardeo de sus instalaciones y el asesinato de uno de sus directores, Pedro Joaquín Chamorro, esposo de Violeta Barrios de Chamorro, quien ejerció la presidencia entre 1990 y 1997.
El diario también sufrió censura tras la victoria de la revolución sandinista en 1979, cuyo gobierno Ortega presidió en los años 80.
Tras el retorno de Ortega al poder en 2007, el periódico enfrentó dos episodios de retención de papel por parte del gobierno y recientemente el allanamiento de sus instalaciones.