El titular de la Secretaría de Bienestar, Javier May Rodríguez, sostuvo ayer en el Senado que “frente al desempleo y la angustia que provocó la pandemia del Covid-19”, con los programas puestos en marcha por esa dependencia se preservó la paz en el país, al evitarse saqueos o conflictos sociales.
Expuso asimismo que a diferencia “de la corrupción y tardanza” con que operaba el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), los apoyos a las personas afectadas por inundaciones y otros fenómenos climáticos han sido inmediatos y directos, porque “no se permite que nadie lucre con la desgracia de la gente”.
Al comparecer ante el pleno del Senado para la glosa del tercer Informe de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, el secretario de Bienestar resaltó que a cerca de 300 mil afectados por las inundaciones de finales del año pasado en Tabasco y Chiapas, así como a migrantes en ambas fronteras, se canalizaron más de 2 mil millones de pesos, y hoy mismo se comenzaron a distribuir los apoyos en Veracruz, Puebla, Hidalgo y está por iniciar la entrega en las demás entidades que fueron afectadas por la situaciones climáticas en nuestro país.
Ante críticas y reclamos de PAN, PRI, MC y PRD por lo que consideraron una política social fallida, con tintes electorales, May Rodríguez rechazó la acusación de los panistas de que se han creado 4 millones más de pobres en este gobierno. Indicó que en ese tema “tenemos otros datos”, entre ellos del Coneval, que señalan que “gracias a la transferencia de programas sociales, la pobreza se contuvo en cerca de 2.5 millones de personas y la pobreza extrema en 2 millones”.
Resaltó que sin esos programas “no hubiéramos” resistido la pandemia. “Por fortuna, las familias mexicanas, sobre todo los más pobres, siempre contaron con la entrega de los apoyos sociales, incluso de manera anticipada. Así tuvieron recursos para su alimentación y para mantenerse en sus casas”.
El titular de Bienestar insistió en que “hemos seguido en paz porque el pueblo mexicano es grandioso y porque hubo el apoyo del gobierno”.
A diferencia de antes, subrayó, “ahora hablar de atender a los pobres no es demagogia” y quedó atrás la época en que “los neoliberales no tenían llenadera y lo poco que daban a la gente era usado con fines políticos y clientelares, marcados por la corrupción”.
Al señalamiento del senador de MC y dirigente de ese partido, Clemente Castañeda, de que el gobierno federal destina menos recursos para el combate a la pobreza que en sexenios pasados, May Rodríguez resaltó que el presupuesto para los programas que aplica la Secretaría de Bienestar pasó de 44 mil millones de pesos en 2018, cuando todavía era Sedesol, a 178 mil millones de pesos este año.
“Y, para 2022, se tienen proyectados recursos por 289 mil millones de pesos. De aprobarse ese monto en 2022, el presupuesto de los programas de la Secretaría de Bienestar, destinado a ayudar a los más pobres y desprotegidos, habrá crecido 556 por ciento en comparación con 2018.”
El funcionario evadió confrontarse con la oposición y fueron los senadores de Morena y sus aliados los que respondieron a las críticas y descalificaciones. Elvia Marcela Mora Arellano, del PES, exigió al senador del PRD Antonio García Conejo que respetara a los servidores de la nación, ya que el perredista michoacano se refirió a ellos como “vividores de la nación”.
A la priísta Claudia Anaya, quien le dijo a May que su discurso sólo eran buenas intenciones y que tenía un ejército de servidores de la nación que en época de elecciones cambiaban el chaleco café a guinda, los senadores de Morena Antares Vázquez y Ovidio Peralta le contestaron que quienes tenían “mecanismos perversos de control y de manipulación con fines electorales” eran los programas sociales de Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto”, que además les permitieron hacer “grandes negocios al amparo del poder” a los que ahora “se rasgan las vestiduras”.