París. Los trabajadores de la salud de Francia serán sancionados a partir del miércoles si no están vacunados contra el Covid-19. Con alrededor de 300 mil sanitarios todavía sin las vacunas, algunos hospitales temen sumar la falta de personal sus problemas.
Las vacunas son ahora obligatorias para el personal sanitario, el de atención domiciliaria y el de emergencias en el país, y el miércoles termina el plazo para que tengan al menos una dosis. De lo contrario se exponen a una suspensión de salario o a no poder trabajar. Pero un tribunal impidió su despido directo.
La norma fue aprobada por el parlamento durante el verano, luego de que el gobierno insistió en que la medida era necesaria para proteger a los pacientes y a la población de nuevos brotes de Covid-19. Más de 113 mil personas han perdido la vida en el país a causa del virus, y las autoridades dicen que la mayoría de los hospitalizados por la última ola de contagios eran personas no vacunadas.
Se estima que cerca del 90 por ciento del personal de salud del país ha recibido las vacunas, y las encuestas sugieren que la mayor parte de la población respalda la obligación de que estén inmunizados.
Pero dado que algunos hospitales enfrentan ya problemas tras un año y medio luchando contra la pandemia y atendiendo a los tratamientos habituales, algunos temen que la falta de personal pueda ser desastrosa.
“Estamos dando la voz de alarmas (…) si insisten en implementar esta medida, sus camas estarán cerradas, reduciendo la posibilidad (de supervivencia) de una serie de pacientes", dijo Christophe Prudhomme, doctor en el servicio de urgencias y miembro del sindicato CGT, durante una protesta en el exterior del Ministerio de Salud el martes.
En el caso de los sanitarios que tengan una única dosis de la vacuna, tendrán que someterse a una prueba de detección cada tres días hasta que completen la pauta. Tienen de plazo para hacerlo hasta el 15 de octubre.
Las empresas que no verifiquen el estatus de sus trabajadores podrían recibir sanciones de 135 euros (160 dólares) que podrían llegar hasta los tres mil 750 euros (cuatro mil 430 dólares) por incumplimiento reiterado.
En el conjunto de la población, alrededor del 87 por ciento de los adultos recibieron al menos una dosis de la vacuna y el 83 por ciento tiene las dos.
Pero una pequeña minoría están en contra de las vacunas, incluyendo algunos trabajadores de la salud. Muchos dicen estarlo por la información incorrecta sobre ellas que circula por internet, la preocupación por sus efectos en el largo plazo o apuntan que necesitan más tiempo para decidir. Otros están enojados con el gobierno y la obligación de ponérsela, no por las vacunas en sí.