Coatzacoalcos, Ver., El incremento del tránsito de migrantes por el sur de Veracruz en los últimos 15 días, a pie o en autobuses de segunda y primera clases, propició que los dos albergues que hay en esta ciudad: Santa Faustina Kowalska y el dependiente de la Pastoral Movilidad Humana de la Diócesis local, estén a ocupados su máxima capacidad.
Hombres y mujeres de diversas edades, la gran mayoría de Haití, pero también de Cuba y Chile, viajan con sus hijos en brazos, sus mochilas a cuestas y un universo de sueños que buscan materializar en Estados Unidos.
Cada día los refugios reciben entre 100 y 200 extranjeros que logran burlar el cerco militar y las redadas del personal del Instituto Nacional de Migración (INM) y la Guardia Nacional en Chiapas y Veracruz.
Los viajeros pernoctan en dichas estancias hasta 48 horas y continúan su viaje hacia la frontera norte. Algunos ya iniciaron el procedimiento para la obtención de la visa humanitaria.
Con ese documento pueden permanecer hasta tres meses en el albergue, pero debido a la falta de espacios, sólo descansan, se bañan y comen antes de reanudar su largo periplo.
Solicitan instalar carpas en la playa
Ante la imposibilidad de brindar alimento y cobijo a todas las mujeres, niños y hombres que transitan por esta región, se giró una solicitud al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados para instalar carpas en la zona de playa ubicada en el poniente de la localidad, a fin de alojar a un mayor número de indocumentados.
Guillermo Ramírez, director de la Casa del Migrante Santa Faustina Kowalska, informó que sólo mujeres y niños se quedarían en esa estancia, ubicada en el fraccionamiento Las Dunas, y los varones acamparían en la playa.
Dijo que se mantienen a la espera de una respuesta a su solicitud, toda vez que el arribo de extranjeros continuará en aumento en los siguientes días.
Otro punto que se ha congestionado por el arribo de indocumentados es la central de autobuses. Tanto la estación de primera como la de segunda han registrado un aumento de más de 200 por ciento en el flujo de pasajeros, la mayoría procedentes de Haití.
Los principales destinos son Acayucan y el puerto de Veracruz. Según el personal de la empresa Autobuses de Oriente, no existe impedimento alguno para la venta de boletos a los extranjeros, puesto que es tarea del personal del INM verificar su permanencia legal en el país.
Los puntos de partida de estos viajeros son Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; Villahermosa, Tabasco, y Las Choapas y Agua Dulce, en el sur de Veracruz.
A su paso por Coatzacoalcos, los extranjeros han sido arropados por los ciudadanos, que les proporcionan agua, comida, medicinas, cremas y cubrebocas.
“Hay que entender: ellos van a Estados Unidos. ¿Cuánto tiempo les falta viajar y en qué condiciones?”, comentó Pablo Gómez, quien junto con su esposa dio comida y agua a un grupo de migrantes congregados a la entrada de la comunidad de Tlacuilolapan, municipio de Moloacán.
Los extranjeros agradecieron el apoyo de la población que les ha tendido a la mano y recriminaron el actuar de las autoridades, que intentan impedirles que continúen su viaje.
“No es el pueblo. La gente, los civiles, son muy buenas personas que te brindan lo que sea, pero el trato que las autoridades nos están dando es inhumano”, comentó Nelson Orelos, de Haití.
“Es muy complicado el camino. Los taxis no pueden llevarnos; salimos desde Las Choapas y no puedo caminar, tengo a mi hijo durmiendo en mis brazos", expuso Nader Oxid, de Chile.