La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, informó que la escultura Tlalli o cualquier otra será definida por el Comité de Monumentos y Obras Artísticas en Espacios Públicos para sustituir a la estatua de Cristóbal Colón en Paseo de la Reforma.
“Para que no haya ningún problema, que no sea la jefa de Gobierno quien lo decida, pues lo ponemos como establece la ley, los reglamentos, a la decisión de este comité, de qué es lo que va a ir o cuál es la escultura de la mujer indígena que va a ir en ese espacio”, expresó, tras la polémica que generó la cabeza colosal de una mujer olmeca que elaboró el escultor Pedro Reyes.
Durante la entrega de 5 mil firmas de mujeres indígenas que pidieron la descolonización del Paseo de la Reforma, agradeció al artista la obra realizada, la cual –comentó– es muy probable que también se exponga en la ciudad, aunque más tarde, en sus redes sociales, acotó que la pieza estaría entre las propuestas a analizar por los expertos.
Apuntó que este comité está constituido por instituciones de la ciudad y federales, entre ellas el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), así historiadores y ciudadanos.
También señaló que el INAH será el encargado de definir el sitio donde se colocará la estatua de Cristóbal Colón, cuyo anuncio lo hará pronto.
Sheinbaum destacó que mover la estatua de Colón y en su lugar poner la efigie de una mujer indígena es parte de un movimiento en contra del silencio histórico y la reivindicación de las figuras que han sido las más olvidadas y violentadas, para colocarlas como protagonistas de un pasado que les ha sido negado y reconocerlas como hacedoras de la historia.
En el Museo de la Ciudad de México, consideró que es una responsabilidad ética replantear el pasado para transformar injusticias del presente, porque sólo así se puede combatir el racismo y clasismo que se viven. “La transformación tiene que ser de raíz y, por ello, recolocamos la mirada histórica”, expresó.
La activista e integrante del Consejo Asesor de Cultura para la Ciudad de México, Jesusa Rodríguez Ramírez, destacó, a su vez, que la entrega de las más de 5 mil firmas de mujeres indígenas se traduce en una exigencia para que sean visibilizadas.
Dijo que nadie como ellas han sido discriminadas. “Hemos vivido sobre las mujeres indígenas, debemos ahora venerarlas, respetarlas y, por supuesto, darles el lugar que siempre se les ha quitado”, comentó.
En tanto, la presidenta de la Comisión de Estudios Legislativos del Senado, Ana Lilia Rivera Rivera, recordó que fue en esa Cámara donde se aprobó, por unanimidad, el exhorto para que la Ciudad de México erigiera un monumento que representara a todas las mujeres indígenas de México.
Dijo que no se trata de quitar una parte de la historia para montar otra, sino de “reivindicarnos porque seguimos siendo las últimas. ¿Cuántos monumentos hay a las mujeres en cualquier etapa de la historia? ¿Cuánto reconocimiento histórico hay en razón de nosotras?”, preguntó.