El proyecto de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para revestir de cemento el río Tula a fin de ampliar su cauce, tras la puesta en operación del Túnel Emisor Oriente, fue rechazado por comunidades de la zona debido a que dañaría la vegetación, el único pulmón en un región con gran contaminación del aire, así como la recarga del acuífero.
Esa parte del estado de Hidalgo quedó sin atención, pese a la promesa que en 2020 hizo la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) de declarar como área de restauración ecológica la región Tula-Atitalaquia.
René Romero, del Colectivo de Comunidades en Defensa de la Vida y el Territorio de la Región Tolteca, explicó lo anterior al recordar que ese planteamiento lo hizo el ex titular de la dependencia, Víctor Toledo ante los múltiples problemas ambientales de la región, incluida la contaminación del río, pero “el proyecto no ha avanzado”.
Dijo que las recientes inundaciones en Tula tienen que ver con la mala operación de la presa Requena, ya que debió desfogarse días antes y no cuando el río ya venía muy crecido por el agua proveniente del túnel, así como del emisor central.
En entrevista, recordó a que en 2017 la Comisión Nacional del Agua (Conagua) preveía ampliar al doble el cauce del río y revestirlo con concreto, “era destruir un río vivo, quitar el principal pulmón de una de las regiones más contaminadas”.
Recordó que desde 2019 han hablado con los titulares de la Semarnat, a quienes se pidió declarar zona de restauración ambiental a 13 municipios de la región del Mezquital, incluidos Tula, Atotonilco y Atitalaquia, en Hidalgo, así como Apaxco, estado de México, pero el plan está detenido.
A la Semarnat se le consultó sobre el avance de esta iniciativa, pero respondió que correspondía a la Conagua, y en esta dependencia se informó que aún estaba pendiente la declaratoria.
En la región está el problema de aguas negras y la contaminación ambiental tóxica que generan las múltiples industrias, como la cementera, la termoeléctrica y la refinería, que tiene que ver con las emisiones a la atmósfera. “También está la deforestación, la destrucción de los cerros por las cementeras, la industria metálica y el uso de agroquímicos en los cultivos de la región. Es la zona donde más se usa agua residual a nivel mundial: más de 80 mil hectáreas se riegan con aguas negras”.
Agregó que hubo reuniones con Toledo, primero por la incineración de residuos sólidos en las plantas cementeras, después con la caravana Toxitour, en diciembre de 2019, cuando se incluyó a Tula.