La gobernanza en México se ha deteriorado durante la última década, lo que afectó el clima de inversión del país y aumentó la incertidumbre sobre el entorno operativo para sectores claves y la trayectoria de crecimiento de la economía después del coronavirus, advierte Fitch Ratings.
Sin emitir cambio alguno sobre la nota soberana, actualmente en BBB- con perspectiva estable, reiteró que las decisiones “poco ortodoxas” del gobierno federal han aumentado los riesgos crediticios y dado lugar a acciones de calificación negativas para algunos emisores. Entre los sectores más afectados destacan energía, servicios públicos, infraestructura e instituciones financieras.
La firma de riesgo recapituló algunas de las políticas que a su parecer han mermado más el clima de inversión en México. Entre ellas recupera la cancelación del aeropuerto de Texcoco hace tres años y la iniciativa sobre tope a comisiones bancarias que, antes de asumir el actual Ejecutivo federal, publicó el senador Ricardo Monreal y no fue a más. Pero la mayoría de señalamientos de Fitch son sobre el sector energético y eléctrico.
La calificadora, que dejó de ser solicitada para calificar la deuda de Petróleos Mexicanos a inicios de 2021, que el país tiene uno de los puntajes más bajos en los indicadores del Banco Muncial, al compararse con economías en la misma categoría BBB, la cual implica un moderado riesgo de incumplimiento. E incluso recuperó las encuestas del Banco de México, en que la gobernanza ha surgido como uno de los mayores riesgos económicos desde 2017.