La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación a los gobernadores y la jefa de Gobierno de la Ciudad de México para que garanticen el acceso gratuito y suficiente a toallas femeninas a las mujeres que se encuentran privadas de su libertad. También que aseguren el suministro de agua potable en las prisiones y dignificar los espacios destinados a la higiene de las personas.
Indicó que personal del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria visitó las prisiones del país que albergan mujeres y encontró que “de manera generalizada hay restricción y dificultad para el acceso a las toallas femeninas”. Para la mayoría no está garantizada tal material, además de que las autoridades penitenciarias de estados reconocen que no existe presupuesto para adquirir los enseres menstruales. Resuelven esa necesidad con donaciones o familiares tienen que obtenerlas.
La recomendación que también está dirigida al comisionado de Prevención y Readaptación Social y al secretario de la Defensa Nacional, señala que otra vía para obtener esos insumos es en las tiendas en los centros penitenciarios, a costos poco accesibles para las reclusas.
La CNDH afirmó que la salvaguarda del derecho a la protección de la salud y seguridad sanitaria de las detenidas debe incluir copas menstruales, previo estudio sobre la viabilidad de que sean adquiridas y distribuidas a las internas en cada entidad, como inversión a largo plazo.
También resaltó que las autoridades federales y estatales tienen la obligación de ofrecer a las reclusas espacios dignos y de suministro de agua potable, suficiente y salubre.
En algunas prisiones de Guerrero, Hidalgo, Puebla, Morelos, Sonora y Tabasco no hay espacios dignos para la higiene de las internas; en los de Ciudad de México, estado de México, Guerrero, Sonora y Tamaulipas, se confirmó falta o deficiencias para el suministro del agua.
La CNDH también halló carencias en el acceso a métodos de planificación familiar y educación sexual.