La evaluación es un proceso y no un examen o una calificación. Es necesario cambiar esta idea de la evaluación como medición e impulsar que sea una herramienta diagnóstica, formativa e integral, que parta de la escuela, que realmente esté metida en los procesos y las prácticas educativas, afirmó Etelvina Sandoval Flores, comisionada presidenta de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu).
En entrevista con La Jornada, destaca que las evaluaciones diagnósticas para la mejora de los aprendizajes de educación básica, propuestas por Mejoredu a docentes de segundo de primaria a tercero de secundaria, en las asignaturas de español y matemáticas, “buscan dejar atrás el sentido punitivo de la evaluación, y crear una valoración que dé cuenta de posibles avances o de dónde están los problemas para trabajar sobre ellos”.
Tras el periodo para la identificación del abandono escolar y la valoración diagnóstica de los alumnos de educación básica, previsto del 30 de agosto al 10 de septiembre, de acuerdo con el calendario escolar 2021-22, aprobado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), señala que “se busca que la evaluación se dé en las escuelas, pero como un trabajo colaborativo”.
Reconoce que la valoración que se aplica a los aprendizajes adquiridos por los alumnos “no necesariamente tiene que venir de fuera, aspiramos a que se lleve a cabo dentro de la escuela, que se promueva este aprendizaje colaborativo y que también vaya acompañado de una autoevaluación”.
Queremos que sea una evaluación, explicó, retroalimentada y que sea relevante para más de un actor de la comunidad escolar, es decir, no sólo para el niño, el padre; que sea importante para la escuela, y sobre todo participativa.
Indicó que las evaluaciones diagnósticas, elaboradas por Mejoredu, y cuya aplicación fue voluntaria para los maestros, contempla, en una primera etapa, sólo las asignaturas de español y matemáticas, “pero tenemos una visión integral que implica también pensar en todas las capacidades humanas que se ponen en juego en el aprendizaje, como las estéticas, las socioemocionales, pensar en el individuo en conjunto”.
Experta en pedagogía y posgrado en ciencias, con especialidad en educación, y maestra de primaria y secundaria, Sandoval destaca que “no se trata de que el maestro se sienta presionado con que llegando (a clases presenciales) vas a aplicar esta prueba, sino vamos a ver cómo están tú y tú grupo. Es decir, es un insumo que servirá a los docentes”.
La nueva generación de evaluaciones para estudiantes de educación básica desarrolladas por Mejoredu están disponibles en tres modalidades para su aplicación por parte del maestro: en lápiz y papel, en línea, y a través de un sistema digital por computadora, en función de los recursos y condiciones de cada escuela. Además se proporcionan a los maestros guías para organizar y coordinar la aplicación, así como guías para interpretaciones cuantitativas y cualitativas de la información, y se ofrece al docente recomendaciones para mejorar los aprendizajes de sus alumnos.
Este lunes la Mejoredu prevé difundir 10 orientaciones didácticas para español y matemáticas para alumnos de segundo a sexto de primaria, a fin de vincular los resultados de la evaluación diagnóstica aplicada por los docentes, con la mejora de los aprendizajes de sus estudiantes.