Durante 2020 en México ocurrieron 30 asesinatos de defensores de la tierra y el ambiente, con lo cual es el segundo país en el planeta con más crímenes de este tipo, después de Colombia, donde se reportaron 65. A escala global se presentaron 227 ataques, pero en América Latina se dio la mayor cantidad: tres de cada cuatro ocurrieron en la región, y aquí se encuentran siete de los 10 países donde más suceden esos crímenes, advierte el reporte anual de la organización Global Witness.
La ONG indica que la tala de bosques generó más ataques mortales contra defensores ambientales, a lo cual se vincularon 23 asesinatos. En México, hubo un incremento considerable de asesinatos relacionados con este sector, ya que en 2020, se registraron nueve agresiones, “ha habido un aumento sostenido de los ataques letales vinculados a la tala y la deforestación en los últimos años”, agrega.
El documento apunta que los 30 ataques mortales ocurridos en México son un aumento de 67 por ciento respecto de 2019, cuando ocurrieron 18. En 2018 fueron 14 y en 2017, 15, precisa. La tala estuvo vinculada a casi un tercio de estos ataques, y la mitad de ellos se dieron en comunidades indígenas. “La impunidad por los crímenes en contra de los defensores continúa siendo alarmantemente alta. México se sitúa en el puesto 60 de 69 países evaluados en investigaciones recientes sobre el acceso a la justicia.”
Precisa que en América Latina y el Caribe ocurrieron 165 ataques. De los países en que más sucesos de este tipo se presentaron, después de Colombia y México, se encuentran Filipinas (29), Brasil (20), Honduras (17), República del Congo (15), Guatemala (13) y Nicaragua (12). Este último país fue el “lugar más mortífero para las personas defensoras considerando los asesinatos per cápita”.
El reporte indica que en promedio cuatro defensores fueron asesinados cada semana alrededor del mundo, desde que se firmó el acuerdo climático de París en 2015. Sin embargo, “esta impactante cifra es, casi con certeza, una subestimación, ya que es probable que muchos casos no sean denunciados ante las crecientes restricciones al periodismo y otras libertades cívicas”.
Ataques a indígenas
Apunta que el año pasado “continuó el desproporcionado número de ataques contra pueblos indígenas, siendo el blanco de más de un tercio de ellos” y esto ocurrió en toda América Latina. Refiere que las cifras muestran el costo humano de la destrucción provocada por las industrias y corporaciones extractivas.
Puntualiza que de acuerdo con los reportes, al menos 30 por ciento de los ataques registrados estuvieron directamente relacionados con la explotación de recursos, incluyendo la explotación forestal, la minería y la agroindustria a gran escala, las represas hidroeléctricas y otro tipo de infraestructura.
Explica que la explotación forestal fue la industria vinculada a la mayor cantidad de asesinatos con 23 casos, en ataques reportados en México, Brasil, Nicaragua y Perú. Entre los casos reportados está el de Óscar Eyraud Adams, indígena kumiai y defensor del agua, asesinado en México luego de oponerse a las industrias que contribuyen a la escasez hídrica en Baja California. En el país, entre los defensores asesinados están Adán Vez Lira, Daniel Sotelo, Homero Gómez, Ismael Cruz, Jesús Miguel Jerónimo, Isaac Medrano, Juan Aquino González, Miguel Vázquez, Miguel Migueleño, Pablo Guzmán, Juan Zamarripa, María Agustín, Rodolfo Díaz, Maurilio Hernández, Reynaldo Bautista, Paulina Gómez y Tomás Martínez.