Washington. La Agencia Federal de Investigaciones (FBI) desclasificó el sábado por la noche un documento que detalla los contactos que varios de los secuestradores de los atentados del 11 de septiembre de 2001 tuvieron con asociados sauditas en Estados Unidos, entre ellos el imán Fahad Thumairy y el estudiante Omar Bayoumi.
La información no pareció proporcionar pruebas concluyentes de que los altos funcionarios del gobierno saudita fueran cómplices del complot.
Arabia Saudita niega que su gobierno o sus funcionarios hayan tenido algún papel en los ataques, a pesar de que 15 de los 19 secuestradores eran ciudadanos sauditas.
El documento, de 16 páginas, fechado el 4 de abril de 2016, basado en entrevistas realizadas entre 2009 y 2015 con una fuente cuya identidad no fue revelada, pero que trabajó en el consulado saudita en Los Ángeles, detalla los contactos y las reuniones entre Bayoumi, sospechosos de colaborar con la inteligencia saudita, y dos miembros de Al Qaeda y secuestradores aéreos, Nawaf Hazmi y Khalid Mihdhar, después de que ambos llegaron al sur de California en 2000.
También confirma la relación, ya divulgada pero que aparece con más fuerza de la sospechada anteriormente entre ellos dos y Fahad Thumairy, imán conservador de la mezquita King Faad de Los Ángeles acreditado desde finales de los 90 como funcionario del consulado de Arabia Saudita en esa ciudad.
El documento afirma que los números de teléfono asociados con la fuente indican que hubo contacto con varias personas que ayudaron a Hazmi y a Mihdhar mientras estuvieron en California, incluyendo a Bayoumi y a Thumairy, así como a la propia fuente.
Según el memorando, la fuente dijo a la FBI que Bayoumi escondía, detrás de su identidad oficial de estudiante, una “posición muy alta” en el consulado saudita.
“La ayuda de Bayoumi a Hazmi y a Mihdhar incluyó traducción, viaje, alojamiento y financiación”, señala el documento.
Además, la esposa de la fuente detalló a la FBI que Bayoumi solía hablar a menudo de “yihad”.
Asimismo, reuniones, llamadas telefónicas y otras comunicaciones relacionan a Bayoumi y a Thumairy con Anwar Alaki, el clérigo de origen yemenita nacido en Estados Unidos que se convirtió en figura importante de Al Qaeda en la Península Arábiga antes de ser asesinado por un dron en Yemen, en septiembre de 2001.
El documento fue desclasificado por la presión ejercida sobre el presidente Joe Biden por los familiares de las víctimas de los atentados, que acusaron a Arabia Saudita de ser cómplice de los ataques en los que murieron unas 3 mil personas.
“Con esta primera desclasificación de documentos, 20 años en los que Arabia Saudita ha dependido del gobierno de Estados Unidos para ocultar su papel en el 11-S están llegando a su fin”, afirmó Jim Kreindler, uno de los principales abogados involucrados en las demandas de las familias de las víctimas contra Arabia Saudita.
Las familias esperan pruebas más contundentes con la publicación de más documentos desclasificados en los próximos seis meses.