Ciudad de México. La gobernanza en México se ha deteriorado durante la última década, lo que afectó el clima de inversión del país y aumentó la incertidumbre sobre el entorno operativo para sectores clave y la trayectoria de crecimiento de la economía después del coronavirus, advierte la firma de riesgo Fitch Ratings.
Sin emitir cambio alguno sobre la nota soberana, actualmente en BBB- con perspectiva estable, Fitch Ratings reiteró que las decisiones “poco ortodoxas” del gobierno federal han aumentado los riesgos crediticios y dado lugar a acciones de calificación negativas para algunos emisores. Entre los sectores más afectados destacan energía, servicios públicos, infraestructura e instituciones financieras.
La firma de riesgo recapituló algunas de las políticas que a su parecer han mermado más el clima de inversión en México. Entre ellas: la cancelación del aeropuerto de Texcoco hace tres años y la iniciativa sobre tope a comisiones bancarias que, antes de asumir el actual Ejecutivo federal, publicó el senador Ricardo Monreal y no fue a más. Pero la mayoría de señalamientos de Fitch son sobre el sector energético y eléctrico.
La calificadora de riesgo, que dejó de ser solicitada para calificar la deuda de Petróleos Mexicanos a inicios de 2021, recalcó que el país vio en 2019 una reducción en los Indicadores de Gobernanza Mundial del Banco Mundial, lo que “refleja una gama de riesgos de gobernanza cada vez mayores que afectan las políticas, la previsibilidad regulatoria y los riesgos operativos y de seguridad”.
Recalcó que México tiene uno de los puntajes más bajos en los indicadores del Banco Mundial, al compararse con economías en la misma categoría BBB, la cual implica un moderado riesgo de incumplimiento. E incluso recuperó las encuestas del Banco de México, en que la gobernanza ha surgido como uno de los mayores riesgo económicos desde 2017.
También agregó que los flujos de capital y la demanda de crédito se han debilitado en los últimos años, la inversión extranjera cayó a sus puntos más bajos en 2018 y 2019 desde la crisis financiera mundial y el crecimiento de los préstamos en todos los segmentos principales, excepto las hipotecas, ha tenido una tendencia a la baja durante cinco años; además de que la inversión total como porcentaje del producto interno bruto ha disminuido cada año desde 2016.
“Estas tendencias pueden reflejar en parte un patrón de propuestas políticas intervencionistas del Congreso y la actual administración del presidente Andrés Manuel López Obrador (…) la tendencia más amplia hacia los tipos de propuestas de políticas que aumentan la incertidumbre operativa podría dañar el clima de inversión y aumentar el perfil de riesgo general para la economía y los sectores clave”, reiteró la empresa.