Luego de que El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en adoptar el bitcóin como moneda legal, analistas pronostican que no habrá otras economías que sigan los pasos del país centroamericano.
Carsten Menke, director de investigación de Next Generation en Julius Baer, afirmó que no habrá otros países grandes que sigan el ejemplo de El Salvador y adopten el bitcóin como moneda legal, debido, principalmente, al hecho de que la criptomoneda carece de velocidad y escalabilidad para servir como sistema de pago.
“Un obstáculo para que los países adopten el bitcóin como método de pago es que significa renunciar voluntariamente al conjunto de herramientas de política monetaria, El Salvador no sacrificó nada en ese sentido, ya que no tiene su propia moneda y dependía del dólar estadunidense”, comentó Menke.
El bitcóin, por diseño, carece de la velocidad y escalabilidad para convertirse en un medio de pago adecuado, lo que es mucho más importante para las economías más grandes que para las más pequeñas, como El Salvador.
Menke comentó que otras economías más grandes no dependen tanto de las remesas como El Salvador, por lo tanto, el argumento de simplificar el envío de dinero no se aplica a ellos.
Tan sólo el nivel exhibido de volatilidad en los últimos años debería hacer que otros países desconfíen de querer adoptar el bitcóin como moneda de curso legal.
“Lo que sí vemos en el futuro del bitcóin es que actúe como una forma de ‘oro digital’. Si bien no posee las mismas características de refugio seguro, esto podría cambiar, ya que el bitcóin también es un recurso finito cuyo proceso de creación y uso no está sustancialmente ligado con el crecimiento económico general”, aseveró el especialista del banco suizo.
Por su parte, Paul Donovan, economista en jefe de UBS Global Wealth Management, El Salvador comenzó una demostración en tiempo real de la Ley de Gresham (el dinero malo expulsa al bueno).
El bitcóin se convierte en “moneda de curso legal”, aunque las obligaciones fiscales se fijan en términos de dólares estadunidenses. El gobierno permitirá a la gente transferir dinero a dólares inmediatamente. La mayoría de la gente parece querer acaparar dólares y deshacerse del bitcóin, la Ley de Gresham en acción.
Mientras tanto, Ucrania y Panamá avanzan en la adopción del bitcóin. La nueva ley aprobada en Ucrania “no contempla el despliegue del bitcóin como medio de pago”, pero sí sienta las bases para que el país se abra al mercado de criptomonedas en 2022.
Por su parte, la “ley de cifrado” de la República de Panamá busca convertir el bitcóin, así como Etherum y Cardano, en métodos de pago habituales, además de apoyar el uso del blockchain en el sector público e incorporar esa tecnología en el sector bancario panameño.