Monza. El monoplaza de Max Verstappen encima del Mercedes de Lewis Hamilton fue el nudo dramático del Gran Premio de Italia. Aunque salieron ilesos y tuvieron que abandonar, el choque provocó escalofríos ya que la rueda del Red Bull del holandés quedó a pocos centímetros de la cabeza del británico, lo cual dejó constancia del peligro de este percance en una carrera cuyo desenlace fue la victoria de Daniel Ricciardo, para McLaren, y donde el mexicano Sergio Pérez alcanzó 10 puntos al terminar en la quinta plaza.
Al pugnar posiciones a mitad de la carrera, los monoplazas de Hamilton y Verstappen se tocaron en una maniobra que pudo tener graves consecuencias para el inglés. Los comisarios analizaron lo ocurrido y determinaron que el piloto holandés “fue el culpable de la colisión” y fue sancionado con un descuento de tres posiciones en la salida de la próxima carrera, el Gran Premio de Rusia el 26 de septiembre. Verstappen retuvo el liderato del campeonato, el cual extendió a cinco puntos al quedar segundo en el sprint del sábado. Fue el segundo grave incidente entre los dos punteros en dos meses. Chocaron en la primera vuelta del Gran Premio Británico, en lo que Red Bull calificó de movimiento “desesperado” de Hamilton. El piloto de Mercedes recibió una sanción de 10 segundos aquella vez, mientras Verstappen tuvo que ser hospitalizado.
“Me siento afortunado hoy. Gracias a Dios por el halo de protección que salvó mi cuello”, afirmó Hamilton sobre ese dispositivo añadido a los monoplazas para una mayor seguridad; "asumimos riesgos y sólo cuando vives algo así te das cuenta de cómo ves la vida y lo frágiles que somos todos. Tengo un ligero dolor de cuello, ya que su coche aterrizó sobre mi cabeza".
Algunos medios informaron que Verstappen se mostró enojado con Hamilton, y responsabilizaba al inglés de dejarlo “sin espacio” al entrar en la curva.
“Eso es lo que te pasa cuando no dejas el espacio”, dijo un furioso Verstappen en la radio.
Ricciardo celebró de manera tradicional en el podio del icónico autódromo de Monza, bebiendo champaña de su zapato y haciendo que su compañero Lando Norris, segundo lugar, lo imitara.
Fue la primera victoria de McLaren en casi nueve años, desde que Jenson Button vio la bandera de cuadros en Brasil 2012.
También fue el primer triunfo de Ricciardo desde Mónaco en 2018. El piloto australiano superó por 1.747 a Norris y por 4.921 por delante de Valtteri Bottas, quien se recuperó tras largar desde el fondo de la parrilla al ser sancionado por un cambio de motor. “Ya era hora”, declaró Ricciardo; “liderar literalmente de principio a fin era algo que ninguno de nosotros esperaba. Pero intuía algo desde el viernes, que algo bueno iba a venir”.
Pero la carrera quedó marcada por lo ocurrido en la vuelta 26. Hamilton lideraba al completar un repostaje, apenas al frente de Verstappen. El piloto de Red Bull intentó avanzar por adentro en la curva, mientras que el siete veces campeón mundial trataba de defender su posición.
Cuando los dos hicieron contacto, el monoplaza de Verstappen se catapultó por encima del Mercedes y ambos quedaron varados en la grava.
El mexicano Sergio Pérez, de Red Bull, recibió una sanción de cinco segundos por salirse de la pista y sacar ventaja al desplazar a Charles Leclerc. Checo fue relegado al quinto lugar, entreverado entre los Ferraris de Leclerc, en cuarto lugar, y Carlos Sainz, en sexto.