Madrid. La orden de detención girada en contra del escritor Sergio Ramírez del gobierno de Nicaragua, presidido por Daniel Ortega, despertó una ola de solidaridad y de indignación entre numerosos escritores, intelectuales, académicos y periodistas de ambas orillas. Decenas de ellas han circulado y firmado una carta en la que acusan al régimen nicaragüense de “atentado a la libertad” y “un insulto a la inteligencia”.
El novelista y combatiente de la lucha sandinista ya se encuentra en Madrid, donde a partir de este lunes iniciará una serie de actividades públicas, entre ellas la promoción de su novela más reciente, Tongolele no sabía bailar (Alfaguara), que aún está retenida en la aduana de su país para impedir que llegue a las librerías.
Antes de arribar a Madrid, Sergio Ramírez, Premio Cervantes 2017, autor leído y muy querido en España, ha sido testigo de la sucesión de instituciones, personalidades y lectores que se han sumado al grito de indignación que ha provocado la orden de aprehensión en su contra.
A pesar de que él mismo reconoció que no tenía la más mínima intención de volver a Nicaragua mientras siga en el poder Ortega y sus huestes, eso no ha sido óbice para que desde el mundo de la cultura, la política, la academia y el periodismo creciera la indignación, la incredulidad ante una medida como esta.
Personas como el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue, Margo Glantz, Almudena Grandes, Guillermo Arriaga, Laura Restrepo, Héctor Abad, Piedad Bonnett, Luis Álvarez Icaza, Ana Belén, Nuria Barrios, Arturo Pérez Reverte y Antonio Muñoz Molina, entre otros, suscriben la carta que pretende llamar la atención de opinión pública internacional.
“Cargos fabricados”
En el texto se advierte que “la persecución que lleva a cabo el gobierno de Nicaragua contra el escritor Sergio Ramírez es un atentado a la libertad y un insulto a la inteligencia”. Añaden que “Sergio Ramírez no sólo es un intelectual de primer orden, sino que también ha sido siempre un hombre comprometido con el destino de su país, al que ha rendido servicios inolvidables. Los cargos que se han fabricado contra él –y contra casi 40 presos políticos– son la demostración palpable de la deriva represora del régimen, decidido a acallar a sus opositores mediante la cárcel u obligándolos al exilio”.
Rematan: “los abajo firmantes mostramos solidaridad con Sergio Ramírez y, de este modo, también con la sociedad nicaragüense, sometida ahora a una dictadura, cuya escalada represiva está lejos de terminar”.
Otros firmantes son Rosa Beltrán, Carmen Boullosa, Gonzalo Celorio, Pablo De Santis, Gonzalo Garcés, Silvia Garza, Daniel Gascón, Leila Guerrero, Luis Landero, Javier Marías, Élmer Mendoza, Antonio Muñoz Molina, Julia Navarro, José Ovejero, Arturo Pérez-Reverte, Benito Taibo, Mario Vargas Llosa y Socorro Venegas, entre otros.
Al margen de la orden de aprehensión en su contra y de la ola de solidaridad que ha despertado, incluso de las principales academias de la lengua de los países de idioma español, el novelista nicaragüense ya se encuentra en Madrid, donde participará hoy en un acto en el Instituto Cervantes; además, presentará un festival de literatura centroamericana en la Casa de América.