Ciudad de México. La Arquidiócesis Primada de México, que encabeza el cardenal Carlos Aguiar Retes, rechazó la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), de aprobar el proyecto contra la criminalización del aborto el martes de la semana pasada, y aseveró que en México, “la ley se encamina a favorecer la muerte, antes que la vida”. Por ello, dijo, hoy más que nunca los católicos están llamados a tender la mano, a “cristianizar” la cultura y la sociedad, a amar al prójimo y atender al más vulnerable.
En la editorial de su semanario Desde la Fe, señaló que “de manera sorpresiva”, la SCJN resolvió rápidamente dos temas relacionados: que es inconstitucional penalizar el aborto cuando la mujer embarazada decida realizarlo, y que es inconstitucional que los Congresos locales le den personalidad al ser humano antes de nacer.
Al respecto, manifestó que hay una gran contradicción con criterios de la misma Corte, que ha permitido en otras ocasiones que los congresos locales amplíen el catálogo de derechos humanos. “Se refuerza así la tendencia legal de que el ser humano que no sea autónomo, no merece la protección de la ley”.
Reiteró que ambas decisiones dejan con más dudas que certezas como humanidad y sociedad. “Dejar la decisión del aborto de manera libre en la mujer embarazada, en primer lugar, invisibiliza al ser humano en gestación; y en segundo, al padre de ese ser humano, que no tiene posibilidad alguna, hasta el momento, de proteger la vida de su hijo, aún y cuando la Constitución Federal dice que el varón y la mujer son iguales ante la ley, y ambos tienen el derecho a decidir de manera libre y responsable el número y esparcimiento de sus hijos. En esta resolución el hombre no cuenta, pero mucho menos el hijo”.
Apuntó que los ministros de la SCJN determinaron que los estados no pueden dar personalidad al ser humano desde la concepción, pues no está en sus facultades modificar el concepto de persona. “Esta decisión, que niega a los legisladores locales la posibilidad de proteger al ser humano antes de nacer, es una invasión clara de facultades.
Exhortó a todos los católicos a organizarse, a aquellos que ya lo han hecho desde hace mucho tiempo, enseñe a los hijos a respetar la vida y a buscar formar una familia que les dará la estabilidad necesaria para dar buenos frutos y seguir ayudando al prójimo.