La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) lanzó un llamado a la solidaridad de activistas, intelectuales e investigadores que han acompañado las luchas magisteriales para frenar la campaña de linchamiento en su contra e integrar una comisión mediadora entre el magisterio disidente y el presidente Andrés Manuel López Obrador, a fin de regresar a la mesa de diálogo, suspendida desde diciembre pasado.
En un encuentro virtual con especialistas en temas educativos, la CNTE reiteró su disposición a un espacio de negociación con el gobierno, pero insistieron en que no hay avance de fondo en la transformación del sistema educativo.
Pedro Gómez, secretario general de la sección 7 de Chiapas, afirmó que la coordinadora mantiene su autonomía de partidos, gobiernos e iglesias, pero aunque busca diálogo enfrenta una política que no es de puertas abiertas.
Por ello, llamó a la solidaridad de todos los sectores sociales “ante la embestida contra la CNTE”. Exhortó, a buscar la interlocución con López Obrador y “construir una comisión mediadora”.
Pedro Hernández Morales, secretario general de la sección 9 de Ciudad de México, dijo que es un momento difícil para los trabajadores de la educación, pues ante el “desencuentro fuerte, álgido, hemos acudido a Palacio Nacional, a la Secretaría de Gobernación y a diferentes dependencias pero no se ha logrado recuperar el diálogo con el que se concretaron 18 mesas” y se suma la aplicación de una nueva reforma educativa “a la que no le encontramos gran diferencia con la implementada en el sexenio de Enrique Peña Nieto, más allá de algunos cambios de conceptos”.
Destacó el caso de la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros, la cual, afirmó, “nos ha llevado a situaciones muy difíciles con docentes sin contratos, miles de eventuales, escuelas a las que les faltan profesores, y el inicio de un ciclo escolar atropellado en medio de una crisis sanitaria”.
Al respecto, Luis Hernández Navarro, escritor y coordinador de Opinión de La Jornada, alertó que “mientras no se puedan construir canales para el diálogo, para poner en blanco y negro las diferencias, y resolver problemas pendientes, lo que vamos a ver, a partir de este momento, son enredos y situaciones muy complicadas que creo que a nadie le conviene, ni a la Cuarta Transformación ni al movimiento magisterial”.
