El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2022 es muy similar en su planteamiento al de 2021, y aunque algunos programas sociales aumentaron sus fondos de manera importante, otros incluso desaparecieron, a pesar de que resultarían de gran ayuda para paliar los efectos económicos de la pandemia.
Así lo afirmó Axel González Gómez, especialista en análisis de temas presupuestarios, quien lamentó que muchos esquemas de ayuda social siguen sin tener un enfoque progresivo mediante el cual se dirija la mayor cantidad de recursos a los sectores que más los necesitan.
En entrevista con La Jornada, el investigador de la organización “México, ¿cómo vamos?”, consideró que el PEF 2022 “sigue con la misma línea que han tenido desde que comenzó esta administración”, con mayores fondos para los programas sociales insignia del actual gobierno, así como para los megaproyectos como el Tren Maya y el Aeropuerto Felipe Ángeles.
En este escenario, dijo, la Secretaría del Bienestar destaca como una de las dependencias que tendría mayores incrementos presupuestales el año próximo, sobre todo en la Pensión para Adultos Mayores, la cual recibirá 69 por ciento más recursos en 2022, debido a que la población objetivo antes eran las personas de 68 años o más y en 2021 cambió a las de 65 años en adelante.
Aunque señaló que dicha ampliación “se debe aplaudir, hasta cierto punto”, el especialista estableció que se trata de un programa universal, no focalizado a las personas de menores recursos, lo cual perpetúa la línea de “menor progresividad en el gasto social”.
De igual forma, González lamentó que esta expansión presupuestal no sea la misma para esquemas como el Apoyo para el Bienestar de los Hijos de Madres Trabajadoras o la Beca Bienestar en Educación Básica, que podrían ayudar a que muchas mujeres que debieron salir del mercado laboral para cuidar a sus familiares enfermos de Covid-19, puedan volver a trabajar.
Asimismo, el investigador lamentó la desaparición en el PEF 2022 de las Tandas para el Bienestar y el Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares, pues eran dos de los pocos esquemas dirigidos a apoyar a los pequeños negocios que resultaron especialmente afectados por la pandemia.
“No hay una estructura del gasto que refleje que hay un diagnóstico correcto sobre las problemáticas derivadas de la pandemia”, advirtió.