Además de tener sus edificios desnivelados por el efecto de los sismo de 2017, la Cámara de Diputados también presenta filtraciones de agua. Las intensas lluvias registradas en días recientes evidenciaron la situación en el inmueble.
Los escurrimientos hicieron necesario colocar lonas de tal manera para dirigir el agua pluvial hacia unos tambos y evitar la inundación del sitio. Cuando los recipientes se llenan, los trabajadores de la cámara tienen que sacar el líquido con cubetas, y los chorros que no alcanzan a llegar a los tinacos son retirados del suelo con jaladores hacia las coladeras de los patios.
Los escurrimientos se registran sobre todo en las zonas debajo de los jardines que se construyeron en la explanada del Palacio Legislativo de San Lázaro durante la pasada legislatura.
Antes de las intensas precipitaciones de días recientes, no se veían filtraciones en el techado del estacionamiento principal denominado basamento, comentaron automovilistas que cotidianamente dejan sus vehículos en el sitio, por lo que piensan que el problema no se ocasionó por los sismos del 2017.
Pero los movimientos telúricos de ese año desnivelaron edificios de San Lázaro, al grado que uno de ellos, el H, tiene una zona con un bajorrelieve. Las obras para resolver el problema continúan. De esta manera, entre las maniobras de trabajadores de la construcción, el inmueble de la Cámara de Diputados cumplió el pasado primero de septiembre 40 años.