Ciudad de México. Con la incorporación de la cuarta sección, Chapultepec contará con 759 hectáreas, por lo que se consolidará como el bosque urbano más grande de América Latina y uno de los importantes del mundo, al igual que Central Park, de Nueva York, o Hyde Park en Londres.
En entrevista, la directora del complejo, Mónica Pacheco, explicó que como parte del proyecto Naturaleza y Cultura están en proceso 15 de las 41 intervenciones previstas para 2023, enfocados primordialmente en la restauración ecológica, rehabilitación y revitalización de espacios recreativos y culturales.
Dijo que la barranca de Tacubaya, donde estaba el campo militar 1-F, se anexará al decreto de área de valor ambiental, con lo que se blindará ante cualquier intención de urbanizarla –como se pretendía en la anterior administración–. “Se cuenta con varias regulaciones, pero la más importante es esta, porque las medidas de protección son muy fuertes, se limita la construcción, el retiro de arbolado y toda aquella acción que pueda dañar el medio ambiente”.
Señaló que el bosque, con sus 170 mil 700 árboles, presta servicios ambientales únicos, de ahí la sensibilidad desde la Presidencia de la República para ampliarlo e incorporar la cuarta sección. “Sirve de barrera ante el ruido, para la captura de carbono y fijación de agua. Sin él la ciudad tendría otra temperatura”.
Recordó que, además, es un espacio de recreación, pues sólo en 2019, antes de la pandemia, recibió a 24.5 millones de visitantes, es, después de la Basílica de Guadalupe, el lugar más visitado en la capital.
En el proyecto Chapultepec: Naturaleza y Cultura, que incluye la unificación de las ahora cuatro secciones –entre la primera y segunda ya empezó la construcción de una de las dos calzadas colgantes–, se busca mejorar la infraestructura ya existente con el menor impacto posible.
“Todas las acciones que se plantean son en espacios impactados, como ocurre con el parque urbano dedicado a los jóvenes, que se construye en lo que antes era El Rollo y Atlantis. No se está quitando área verde y se buscan tecnologías más amigables con el ambiente.”
En cuanto al pabellón contemporáneo mexicano que se prevé levantar en el área del orquidario y el jardín botánico, admitió que es un proyecto controvertido, pero aún está en revisión por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y se dialoga con los vecinos que han mostrado resistencia a la obra.
Agregó que de las 15 intervenciones en curso las prioritarias tienen que ver con el saneamiento del arbolado del bosque, manejo de suelo y la recuperación hídrica.
Detalló que se trabaja en la recuperación de las 29 fuentes, se resuelve lo de un tiradero a cielo abierto dentro del panteón Dolores, se inició la construcción del centro de cultura ambiental –con un jardín temático en la segunda sección– y el mejoramiento del área verde, se realizan acciones en el zoológico, se rehabilita el Museo de Historia Natural y, por primera vez, se atenderán las descargas domiciliarias de la barranca de Barrilaco.
“Todo está encaminado al cuidado ambiental. Esa es la política, no podemos tener otro principio.”