La Asamblea Consultiva del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) manifestó su “más enérgica condena a las prácticas de extrema violencia en el uso de la fuerza por parte de los agentes federales de migración, guardias nacionales y policías locales” durante los operativos para detener las caravanas de trabajadores internacionales sin documentos.
En un comunicado, el organismo recordó que medios informativos han dado a conocer diversos episodios de abusos y agresiones por parte de agentes del Instituto Nacional de Migración y otras dependencias, que deben ser motivo de suspensiones y castigos administrativos, pero que en muchos casos también configuran delitos graves, entre ellos el de tortura.
“La actuación de las autoridades migratorias viola el marco legal nacional e internacional que protege los derechos fundamentales de las personas en situación de movilidad internacional, incluido el derecho de asilo, a no ser torturado/a y a la protección contra la violencia, incluida la sexual, así como el derecho a la igualdad y no discriminación.
“La aplicación brutal y excesiva de la fuerza y el lujo de violencia que se ejerce tiene un impacto mucho mayor entre personas con diversas vulnerabilidades”, como menores acompañados o no acompañados, embarazadas y personas mayores o con discapacidad.
El Conapred exigió el cese inmediato de la violencia física, sexual, sicológica y administrativa contra migrantes y solicitantes de refugio; garantizar el uso objetivo, racional de la fuerza pública, y sanciones a los servidores públicos que hayan incurrido en responsabilidades administrativas y penales.