Bogotá. Cinco militares murieron y otros seis resultaron heridos en un ataque de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en la frontera de Colombia con Venezuela, denunciaron las autoridades.
En la madrugada de este sábado, una unidad que desarrolla "operaciones militares" en una comunidad fue atacada "con artefactos explosivos, ráfagas de fusil y ametralladora por parte de los criminales del grupo armado organizado ELN", informó el ejército en un comunicado..
El hecho ocurrió en Arauquita, un municipio del departamento de Arauca, en la línea limítrofe con Venezuela. El ejército no reportó víctimas civiles.
En esa región opera el ELN, la última guerrilla reconocida de América, que se disputa el control de las rentas del narcotráfico y la minería ilegal con disidentes de las FARC que no se acogieron al acuerdo de paz de 2016 y grupos paramilitares.
El presidente Iván Duque lamentó el ataque y acusó a una unión entre el ELN y los exmiembros de la otrora FARC que no dejaron las armas. "Esto, claramente, se trata de un acto entre ELN y las disidencias de las Farc planificado desde Venezuela", escribió el mandatario conservador en Twitter.
Bogotá acusa al gobierno de Nicolás Maduro de refugiar y dar protección a miembros de grupos ilegales armados colombianos, lo que Caracas niega.
Los alzados en armas "planean actos terroristas" en Venezuela "y luego con un juego macabro los ejecutan en Colombia", dijo a su vez el ministro de Defensa Diego Molano en un video enviado a medios.
Por su parte, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, tachó lo ocurrido de "falso positivo" en mensajes difundidos en Twitter, lamentando la "pérdida" de los militares fallecidos "que también son víctimas de la política genocida y traidora de la oligarquía colombiana".
El viernes, el gobierno de Duque había denunciado el secuestro por parte del ELN de dos militares en Tame, otra población de Arauca. Cuatro uniformados han sido raptados en 2021.
El país vive un rebrote de violencia a pesar del desarme de la que fuera la guerrilla más poderosa del continente. Colombia y Venezuela, que comparten una porosa frontera de dos mil 200 kilómetros, rompieron relaciones en 2019.