El problema de la gran cuenca del valle de México –que abarca la Ciudad de México, estado de México Hidalgo y Tlaxcala– tiene que ver con la “deforestación brutal” que favorece los escurrimientos a las zonas urbanas, el surgimiento de asentamientos irregulares en los márgenes de los ríos y la debilidad que viene desde hace 25 años en la estructura de la Comisión Nacional del Agua para la atención de presas y cuencas, sostuvo el consultor Félix Hérnandez Gamundi.
Consideró que sin una política de operación adecuada de las presas ocurre lo descrito no sólo a las que están en el trayecto de la Ciudad de México hacia Tula, sino también las que tienen aportaciones de este río, como la presa Danxhó, ubicada en Jilotepec, estado de México.
Tula recibe toda el agua de esta cuenca y de otras subcuencas; son escurrimientos instantáneos, “para los cuales la infraestructura hidráulica no es suficiente”, explicó en entrevista. Con lluvias extraordinarias, donde ya no hay bosques “los escurrimientos se dan a gran velocidad en tiempo corto y no hay posibilidades de tomar medidas preventivas, como evacuar de forma ordenada”. A esto, dijo, se agregan los asentamientos en los márgenes de los cauces, sin respetar la zona de reserva del río, como en Tula, o en la punta de los cerros. “Es por la situación de pobreza que la gente se asienta en sitios de riesgo.”
Explicó que lo que se conoce como “el anfiteatro de Santa Catarina, del oriente de la ciudad hasta La Marquesa, en el estado de México, está deforestado y enfrenta escurrimientos por lluvias. El problema es la deforestación acelerada y no hay condiciones para regular los escurrimientos extraordinarios en la cuenca y las subcuencas aledañas”.
Carlos Vargas, investigador del Programa de Investigación para la Sustentabilidad de la UAM, consideró que la gestión tradicional de tubería de agua pluvial tiene gran incapacidad, porque no previene los picos de las lluvias, no se puede depender de ella. Lo que se propone son áreas de control de avenidas y que tengan la función de humedales. Ya están las propuestas para restaurar los lagos Xico, Texcoco y Zumpango.