La Habana. El arzobispo de Boston, cardenal Sean Patrick O’Malley, se entrevistó ayer con un grupo de la élite de los científicos cubanos que le mostraron los resultados de las vacunas isleñas contra el Covid-19 y más tarde fue recibido por el presidente Miguel Díaz-Canel.
“Para nosotros los católicos, la salud es un tema muy importante, comenzando con el ejemplo de Jesucristo que dedicó tanto tiempo de su ministerio en cuidar a los enfermos”, declaró O’Malley a un reducido grupo de periodistas en La Habana.
El influyente sacerdote capuchino –considerado papable en 2013– mantiene un fuerte vínculo con la feligresía latina y los migrantes en Estados Unidos. Llegó a Cuba sin mayor publicidad el martes y viajó ayer a República Dominicana, donde ya estuvo con el objetivo de visitar Haití para apoyar a las víctimas del terremoto, y dirigirse luego al Vaticano.
Invitado al Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), O’Malley escuchó las presentaciones de los científicos entre los que se encontraba Eduardo Martínez, el presidente de BioCubaFarma, la empresa estatal que comercializa las medicinas en Cuba y tiene un papel preponderante en la producción y distribución de Soberana 02, Soberana Plus y Abdala, las vacunas isleñas contra la Covid-19.
El prelado se mostró “muy agradecido” por conocer “más de cerca las investigaciones”.
O’Malley se reunió también con el canciller Bruno Rodríguez y participó la víspera en una misa para conmemorar el día de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de la isla, de gran arraigo, además, entre las religiones sincréticas de origen africano donde se le conoce como la deidad Ochún.
Medios de prensa oficiales indicaron que O’Malley fue recibido por Díaz-Canel con “hospitalidad y respeto” y en esa reunión estuvieron presentes dirigentes del Partido Comunista y la Cancillería.
La visita del prelado se produce luego de que se apagaran las expectativas de una mejora en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos alimentadas por la campaña del presidente Joe Biden, quien había prometido un acercamiento a Cuba similar al de su predecesor demócrata Barack Obama.
La política de Obama fue dramáticamente revertida por el mandatario republicano Donald Trump a partir de 2016, que dictó más de 200 medidas de ajuste de las sanciones, presionando por un cambio de modelo político en La Habana. Pocas personalidades estadunidenses han visitado la isla en los últimos años.
La Iglesia católica y en particular el papa Francisco fueron mediadores en el deshielo entre Cuba y Estados Unidos cuando en 2014 Obama y el entonces presidente Raúl Castro anunciaron la reanudación de los nexos diplomáticos tras cinco décadas de ruptura.