Venecia. La tensión entre el trabajo y las utilidades en las economías globalizadas y orientadas al mercado está en el centro de la nueva película del director francés Stéphane Brizé Another World, la historia de un director de planta al que sus jefes le piden que despida a sus propios trabajadores.
La película, que se estrena el viernes en el Festival de Venecia, sigue al actor Vincent Lindon en el papel de Philippe Lemesle, un ejecutivo de la unidad francesa de Elsonn, una multinacional manufacturera ficticia.
En casa, su matrimonio se está deshaciendo debido a las presiones de su trabajo. En la oficina, se enfrenta a colegas enfadados que cuestionan sus valores y lealtades mientras elabora una lista de los que van a perder su trabajo.
La película es la última entrega de una trilogía sobre temas laborales de Brizé, pero el director dijo a Reuters que la tensa relación del hombre con su propia familia era tan importante como su trabajo en "Another World".
"Es una historia sobre personas que se cuestionan su compromiso, tanto a nivel profesional como personal", dijo a Reuters en una entrevista.
Mientras que sus dos anteriores películas sobre el tema -también protagonizadas por Lindon- abordaban la relación empleado-jefe desde el punto de vista de los trabajadores, en esta ocasión es el directivo y su propio conflicto interior los que cobran protagonismo.
"Quería salir de la dicotomía, quizá un poco simplista y cómoda, que hay malos directivos que hacen cosas malas a los buenos trabajadores", dijo Brizé.
La película es uno de los 21 títulos que compiten por el máximo galardón del León de Oro en el Festival de Venecia, que finaliza el sábado.