Morena y el Partido Acción Nacional (PAN) se confrontaron ayer nuevamente por el caso Vox, pero el debate no llegó a pleno del Senado, ya que el coordinador morenista, Ricardo Monreal, pidió que se pospusiera una propuesta presentada por un grupo de integrantes de su bancada y encaminada a que esa cámara condenara la reunión de un grupo de panistas con Santiago Abascal, presidente de la organización ultraderechista española.
Por la mañana, el coordinador del PAN, Julen Rementería, se disculpó públicamente con los integrantes de su bancada y la dirigencia de su partido por el controvertido encuentro con el presidente de Vox y por la firma de la Carta de Madrid, pero de inmediato senadores de Morena le respondieron que no basta una disculpa y que van a tomar medidas; entre ellas analizan presentar una demanda ante la Fiscalía General de la República (FGR) por traición a la patria.
Ambos grupos parlamentarios ofrecieron conferencias de prensa, primero Rementería, acompañado de una veintena de senadores del blanquiazul –quienes le dieron su respaldo absoluto–, en la que reiteró que no se firmó ninguna alianza con Vox e insistió en que fueron “un error” las condiciones en que se dio la reunión con Abascal y la forma en que éste fue transmitido en redes sociales.
De inmediato, más de 20 senadores de Morena salieron a dar su conferencia, en la que denunciaron que el grupo del PAN violó la soberanía nacional al llevar a la sede senatorial al líder de Vox y hacer una alianza política con ese partido de corte fascista.
Héctor Vasconcelos y Napoleón Gómez Urrutia consideraron “repugnante y vergonzosa cualquier asociación con Vox, representante de la derecha que derribó a la república española y hundió a ese país en 40 años de oscurantismo y atraso durante la dictadura franquista, y Félix Salgado planteó la posibilidad de acusar a los panistas de traición a la patria.
La senadora Antares Vázquez fue la encargada de llevar al pleno un punto de acuerdo suscrito por la mayoría de sus compañeros de Morena, que propone que el Senado rechace tajantemente la firma de la Carta de Madrid, cuyo contenido es contrario a los principios establecidos en la Constitución y los tratados internacionales, y que vulnera el derecho del pueblo mexicano a la autodeterminación de su forma de gobierno sin injerencias externa, de acuerdo con el principio de soberanía.
Planteó que fuera de urgente y obvia resolución para discutirlo de inmediato, pero Monreal pidió a la presidenta del Senado, Olga Sánchez Cordero, que lo turnaran a comisiones “para que no demos en este momento una opinión que nos aleje más”, en clara alusión a las pláticas que mantiene con el PAN y los demás partidos de la oposición en torno a la Ley de Juicio Político.
Con ello evitó el debate temido por el PAN, que pugna por pasar la página a toda costa.
