El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) será una edificación post-Covid, “todo va a tener controles biométricos”, adelantó Gustavo Vallejo, general ingeniero responsable de construir la terminal civil y militar en Santa Lucía.
Como ejemplo, las entradas de pasajeros se harán por medio de reconocimiento facial. ¿Qué hacemos después con esa información? Esa es la discusión que viene, abundó el constructor militar. Explicó que, como parte del fenómeno Covid, todos los aeropuertos están virando a tecnologías biométricas, en las que se evite el contacto físico o la entrega de documentación impresa.
Dijo que lo importante es tener la tecnología, como en aeropuertos de vanguardia. Ya el cómo se usará la información “es una historia que se tendrá que escribir”. En ella se debe conciliar lo propuesto por líneas aéreas, autoridad y pasajeros, “si se preservan o no” los datos, dijo el general Vallejo durante un recorrido por la base aérea.
A la vista, todo en el AIFA es nuevo. Se han gastado en el proyecto 41 mil millones de pesos, de los cuáles 15 mil millones fueron a la reinstalación de la Fuerza Aérea y se mantiene la meta de concluir el proyecto por debajo de los 80 mil millones de pesos, más allá de lo que estime la Secretaría de Hacienda.
Los ahorros presupuestales han multiplicado el proyecto, añadió. El AIFA es las pistas, la torre de control, la terminal con capacidad para 20 millones de pasajeros al año y 45 posiciones de contacto, pero se ha extendido al Museo del Mamut, una zona de convenciones, una instalación para Sepomex y una para helicópteros ejecutivos, entre otros.
La dimensión de lo que será el AIFA obliga al gasto diario de 59 millones de pesos y un número de trabajadores que sólo ayer se integraba por mil 200 constructores militares y 30 mil civiles, que se integran en los 116 mil empleos temporales que ha generado la obra.
Los trabajos tienen un avance físico de 69 por ciento y se perfila para romper récords mundiales en tiempo de construcción. Vallejo pidió verla “más allá de cualquier connotación política”. Recalcó que “la dimensión del AIFA constituirá no sólo un hito para la aviación mexicana, sino que reviste una importancia histórica para el país en su conjunto, al impulsar el crecimiento futuro de tráfico aéreo en el valle de México”.