Madrid. El Gobierno español condenó este martes de manera categórica una presunta agresión homófoba contra un joven homosexual ocurrida el pasado fin de semana a plena luz del día en una zona céntrica de Madrid, un hecho por el que la policía busca a ocho sospechosos.
El ataque se produjo apenas dos meses después del asesinato de otro joven homosexual en el noroeste del país, un crimen sospechoso de ser homófobo que suscitó indignación y una ola de protestas.
El domingo, alrededor de las 17 horas (15 horas GMT), la víctima de 20 años fue atacada por ocho personas enmascaradas en la entrada de su edificio en la zona hípster de Malasaña, indicó a la AFP una portavoz de la policía.
Los agresores, que profirieron insultos homofóbicos, usaron una navaja para cortarle el labio inferior y marcarle la palabra "maricón" en un glúteo, detalló.
La naturaleza salvaje del ataque causó estupor en España, un país muy abierto en cuanto a la sexualidad en el que nueve de cada diez personas dicen que apoyarían a un miembro de su familia si se declara homosexual, según un reciente estudio del instituto YouGov.
La policía investigaba el incidente y recababa "las máximas pruebas posibles" mediante cámaras de seguridad y testigos, dijo la portavoz.
"De momento, se está investigando para la detención de estas personas y su identificación, y esclarecer el hecho, si realmente es una agresión homófoba, si se trata de un delito de odio", indicó.
La portavoz del Gobierno español, Isabel Rodríguez, afirmó el martes en rueda de prensa que sucesos como el del domingo "deben recibir el máximo reproche social y político".
El presidente del gobierno convocó para este viernes una reunión del comité contra los delitos de odio, informó Rodríguez.
"Mi rotunda condena a este ataque homófobo. No vamos a permitirlo. Seguiremos trabajando por un país abierto y diverso, donde nadie tenga miedo a ser quien es", tuiteó Sánchez la noche del lunes.
Para mostrar su repulsa a los hechos fueron convocadas manifestaciones el miércoles y el sábado, una de ellas en la céntrica Puerta del Sol en Madrid.
Descrito como un acto "salvaje y despiadado" por Pedro Sánchez, el asesinato hace dos meses de Samuel Luiz, un auxiliar de enfermería de origen brasileño de 24 años que murió tras una paliza en La Coruña, provocó nutridas manifestaciones en contra.