Desde el asalto empresarial al panismo como reacción a las políticas finales del presidente José López Portillo ( Los Bárbaros del Norte, llamaban a esos neopanistas de evidente rusticidad) y la posterior alianza de complicidad con Carlos Salinas de Gortari (Diego Fernández de Cevallos y Luis H. Álvarez como validadores de facto de las elecciones de 1988, tachadas de fraudulentas), no había tenido el partido de la derecha mexicana un estremecimiento como el que ha generado la visita al Senado de la República de Santiago Abascal, máximo dirigente del ultraderechista partido español Vox.
El escándalo no ha podido ser disuelto con rapidez y eficacia por los mandos panistas porque, en el fondo, una parte de su membresía coincide con los postulados de Vox y Abascal. Héctor Larios y Santiago Creel, como responsables políticos del blanquiazul, han salido al frente a ensayar algún improbable control de daños.
En ese contexto ha sido despedido de su trabajo el operador de redes de la bancada senatorial panista, Christian Camacho, veracruzano promovido al cargo por su paisano Julen Rementería del Puerto, principal organizador de la recepción y la firma en pro de Abascal y Vox. El argentino Agustín Laje, segunda figura en importancia del ruidero senatorial, dijo respecto al despido de Camacho que se debió a que “la visita de Vox puso en evidencia que gran parte del PAN son sólo izquierdistas infiltrados que no representan a sus bases (...) La dirigencia del PAN se vive acoplando a las agendas y retóricas de las izquierdas, y las bases del partido se están despertando ahora mismo.
“Se acaba de abrir la puerta para pensar en un nuevo partido de derechas de verdad, como en Arg, España, Chile, Brasil. A eso le temen”.
Consultor especializado en “campañas de contrastes” ( guerra propagandística sucia) en redes sociales y promotor de @sublevados_ , asociación difusora del ideario conservador (recomendable asomarse a los tuits ahí alojados, como ejemplo de la presión hacia el PAN “tibio”, “doblegado ante la izquierda”), el despedido Camacho aconseja: “Si el PAN es inteligente, verá en esos firmantes (de la Carta de Madrid) la posibilidad de recuperar a sus votantes y militantes que hoy se sienten huérfanos (...) ven cómo su partido se está convierte (sic) en un partido pragmático y progresista”.
Agregó: “Muchos dicen que con una agenda de derecha no vamos a sacar a Morena en el 2024 y probablemente tengan razón, quizá lleve más tiempo. Lo que sí estoy muy seguro, es que con los líderes de oposición que tienen en la actualidad, no van a sacar a Morena ni en el 2024 ni en el 2030”.
En otro tema: resulta cuando menos desconcertante lo que El Siglo de Torreón y Noticieros GREM reportan como declaraciones de Germán Martínez Santoyo, director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) que sustituyó a Blanca Jiménez, quien dejó el cargo y luego fue designada embajadora de México en Francia.
Aun cuando se supone que están en curso consultas, diálogos y mesas de análisis sobre la viabilidad del proyecto denominado Agua Saludable, y que el resultado de esa discusión permitirá al presidente Andrés Manuel López Obrador tomar una decisión en su programada visita a La Laguna el próximo 3 de octubre, la Conagua ha seguido adjudicando obras y servicios, a tal grado que las licitaciones en curso o ya ejecutadas corresponden a 39.1 por ciento del total del presupuesto asignado para infraestructura, que es de 8 mil 538 millones de pesos (notas de Diana González https://bit.ly/3jKhP6c y de Mayela Ávila https://bit.ly/3DRC7mu).
Será muy importante que el director de Conagua precise la razón por la cual se continúan licitando obras y servicios cuando está en proceso una consulta entre habitantes de La Laguna (Coahuila y Durango) para decidir el futuro del proyecto Agua Saludable, del cual ya se tienen comprometidos miles de millones de pesos en su construcción. A menos que… ¡Hasta mañana!
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