Cuernavaca, Mor., Al menos 300 personas marcharon de la avenida Universidad a la Fiscalía General del Estado (FGE), donde exigieron el esclarecimiento del asesinato de Rodrigo Morales Vázquez –opositor al basurero de Loma de Mejía y ex ayudante del poblado de San Antón–, perpetrado la noche del jueves.
La caminata fue encabezada por su mamá, María Bernardina Vázquez, quien iba en su silla de ruedas y durante todo el trayecto sostuvo una cartulina con el mensaje: “Cuernavaca exige justicia para Rodrigo”. También acudieron los hijos del activista, amigos, compañeros ambientales y sociales que repudiaron el homicidio.
A su vez, los ecologistas criticaron a la FGE, que encabeza Uriel Carmona Gándara, y al gobierno de Cuauhtémoc Blanco Bravo porque no han dado a conocer ni una línea de investigación del caso.
“Venimos a exigir que esclarezca cómo pasaron los hechos, porque hasta hoy no sabemos. ¿Por qué lo mataron?”, preguntó Fernando, hermano de Rodrigo.
Con temor, su hijo, Luis Andrés Morales, contó que su padre recibió entre seis y siete impactos de bala, y que según la información que tienen estaba sentado a la orilla de la banqueta comiendo un esquite cuando fue atacado a balazos.
Señaló que no sabe si su papá fue asesinado por su activismo en pro del medio ambiente, a causa de la disputa por la basura en Cuernavaca (Rodrigo estaba a cargo de un centro de reciclaje) o fue un asalto y se resistió, pues lo único que le quitaron fue su teléfono celular.
La versión del supuesto robo la rechazaron los líderes ambientales y sociales Saúl Roque Morales, Larisa de Orbe y Gabriel Rivas Ríos, quienes exigieron al fiscal que no se descarte en la investigación su activismo en favor del medio ambiente y, sobre todo la reciente reapertura del vertedero de Loma de Mejía.
“Por eso exigimos que se investigue o seguiremos pensando que lo asesinaron por su activismo, porque las empresas recolectoras de basura (Trideza y KS) son voraces y quieren acabar con nuestros recursos naturales”, aseguró Roque Morales.
Larisa de Orbe precisó: “Hay pruebas de que el sitio (Loma de Mejía) no cumple con la norma oficial mexicana 083, y estamos pidiendo una mesa para analizar el permiso que la Secretaría de Desarrollo Sustentable del gobierno del estado otorgó”.