Hizo bien Julio Villarreal, de Grupo Villacero, de tomar distancia de Alonso Ancira en el convenio para la compra de Altos Hornos de México (Ahmsa).
Las cosas no pintan bien para Ancira, que más temprano que tarde puede volver a la cárcel a través de un proceso de extradición, ya que hasta el momento no ha constituido el fideicomiso correspondiente para regresarle a Pemex los 200 millones de dólares más intereses que prometió para alcanzar su libertad.
Todavía en el equipo cercano a Andrés Manuel López Obrador queda en la mente la sonrisa socarrona de Ancira cuando le tomaron una foto esposado antes de meterlo a la cárcel en España. Cuando lo trajeron a México aceptó las condiciones impuestas por el gobierno, por lo que la Fiscalía General de la República suspendió el proceso en su contra de lavado de dinero y lo liberó. Pero una vez en la calle huyó del país y con asesoría de sus abogados decidió no cumplir sus compromisos. Por este hecho, ahora también investigan con lupa a uno de los líderes del despacho de abogados que lo apoya y quien también puede pisar la cárcel.
A lo largo de su historia, Ancira no ha cumplido con las reglas. En 1991 obtuvo el control de Ahmsa con el apoyo del presidente Salinas de Gortari. Una década después suspendió el pago de más de dos mil millones de dólares, afectando a acreedores. Además, desde entonces mantiene el control de la empresa contra los intereses del gobierno, de los bancos, de los proveedores, de los accionistas minoritarios y del país, ya que también incumplió con el pago de impuestos. Ante las anomalías cometidas junto con la familia Autrey, se fue a vivir a Israel por varios años, ya que no hay tratado de extradición con ese país.
Más adelante regresó a México y llegó a un acuerdo con Emilio Lozoya y el presidente Peña Nieto para robarle a Pemex y al país sus recursos a través de la venta de fierros viejos de Agronitrogenados, en un proceso contrario a los intereses de la nación.
El Presidente de México señala que se encargará de que Alonso Ancira cumpla sus compromisos. Esperemos que así sea, pero tal parece que la estrategia de este falso empresario es permanecer en el extranjero hasta que acabe el sexenio.