Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que la deuda de Petróleos Mexicanos (Pemex) es del gobierno e incluso dejó entrever que hay intención de canalizar en favor de esta empresa pública recursos adicionales; en ese contexto citó los 12 mil 500 millones de dólares de Derechos Especiales de Giro, asignados a México por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Dijo que no puede hablar mucho sobre el tema, sino guardar silencio, debido a las normas bancarias, pero dejó en claro que “Pemex no está a la deriva”, porque es una empresa de la nación, tal como la CFE.
“Pemex es de los mexicanos y la deuda de Pemex es deuda soberana, es deuda del gobierno, es deuda de Hacienda, entonces no es posible que se lleve a cabo un deslinde y que se diga: ‘allá Pemex, a ver cómo le va, nada más ordeñamos a Pemex’, tal como se hizo en el pasado, cuando sólo se le veía como una fuente para sacar recursos, pero sin darle apoyo en materia de inversiones.”
El jueves pasado, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, declaró que si bien esta dependencia busca una relación más estrecha con la petrolera, la reforma energética del sexenio pasado la dejó como empresa productiva del Estado, y la ley prohíbe que el gobierno federal garantice la obligaciones de aquélla.
Ayer, en la conferencia de prensa matutina, subrayó la importancia de sus dichos, aunque pudieran resultar obvios; “es decir, claro que Pemex es de la nación, pero no se concebía de esa forma”, porque en administraciones anteriores la equipararon, junto con la CFE, a otras compañías, particularmente trasnacionales, como Shell e Ibedrola, y más aún las limitaron en materia de competencia.
Recalcó que ahora se protege a Pemex y a la CFE porque son empresas de la nación “y no pude haber un interés particular o de grupo por encima del interés nacional”, advirtió.
Manifestó su desacuerdo en que a Pemex se le cobre una tasa de interés superior a la que paga el gobierno por la deuda soberana. “No puede ser”, dijo.
“¿Cómo nos califican a nosotros mejor que a Pemex, si Pemex es del pueblo de México, es de la nación, como el gobierno? Eso es lo que vamos atendiendo, resolviendo. Es un proceso y no puedo decir más, pero Pemex se está fortaleciendo, lo mismo la CFE”, expuso.
Subrayó que ahora la política energética es distinta, sin subsidio a empresas privadas que al final resultaban dominantes y el Presidente de la República era sólo el empleado de esas grandes corporaciones.
Crecimiento de 5%
El Presidente consideró que existen elementos para que el país crezca, en lo que resta del sexenio, cinco por ciento cada año. Dijo que basa su optimismo en factores centrales: el tratado comercial de América del Norte y los consecuentes atractivos para la inversión extranjera, así como en el turismo.
Igualmente, la inversión nacional, con base en las megaobras de su administración; incluso no descartó anexar una estación al Tren Maya, para llevar turistas a Uxmal, donde fueron recuperadas 2 mil hectáreas que se habían vendido en este sexenio a precio de remate. “Y me di cuenta de ello porque ando a las vivas”, dijo.