En junio, la inversión en construcción, maquinaria y equipo en México, que refleja las opciones de crecimiento para las empresas y permiten anticipar la dinámica económica, así como el consumo de las familias mexicanas, registraron una contracción mensual, revelan datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Con cifras desestacionalizadas, las cuales eliminan afectaciones estacionales y de calendario para un mejor diagnóstico, el reporte de Inversión Fija Bruta detalló que ésta cayó en junio 1.8 por ciento en términos reales debido a que la inversión en construcción se redujo 2.9 por ciento mensual en el sexto mes del año, mientras que la de maquinaria y equipo cayó 0.4 por ciento en el periodo de referencia.
Las compras de activos fijos, como maquinaria y equipo que realiza una empresa, o gastos en construcción mostraron un rebote con la apertura de actividades a partir de junio de 2020, luego del severo confinamiento de abril-mayo por la pandemia, pero dicho indicador sigue 7 por ciento debajo de sus niveles de inicio de 2020 y se desaceleró.
“La recuperación de la inversión fija bruta parece haberse estancado en el segundo trimestre de 2021”, afirmó Julio Santaella, presidente del Inegi.
Y es que, de acuerdo con analistas económicos, la inversión es el componente de la demanda agregada que se enfrenta a los mayores desafíos estructurales. Asimismo, la falta de confianza de los inversionistas con apoyo limitado a la actividad de parte del gobierno mantiene a la inversión debajo de sus niveles prepandémicos.
En su comparación anual, la inversión fija bruta registró un crecimiento de 16.9 por ciento con cifras desestacionalizadas, toda vez que empieza a registrar tasas de crecimiento anuales más moderadas.
“Éste será uno de los sectores que más tardará en recuperarse”, prevé Janneth Quiroz, subdirectora de Análisis de Monex.
Cae gasto de hogares
El crecimiento del gasto de los hogares bajó el ritmo, al registrar un retroceso mensual de 0.8 por ciento en términos reales en el sexto mes del año.
Luego de tres meses consecutivos de avance, el Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior registró una disminución con cifras desestacionalizadas, las cuales eliminan afectaciones estacionales y de calendario, afectados por la caída de la compra de bienes nacionales e importados, de 2.0 y 0.9 por ciento frente a mayo, toda vez que el consumo en servicios avanzó 0.7 por ciento en el periodo de referencia.
El incremento en la movilidad social implicó la rotación del gasto, de bienes hacia servicios.
De acuerdo con cifras del Inegi, el consumo de los hogares mexicanos todavía no alcanzó en junio sus niveles previo a la pandemia, pues aún está 2.7 por ciento debajo de su nivel del primer bimestre de 2020.
“El rebrote del virus puede volver a distorsionar los patrones de consumo, deteriorar la recuperación en la confianza, la inversión y el empleo; además, la elevada inflación limita el poder de compra de los hogares. Por ello, no prevemos que la variable regrese a niveles prepandémicos este año”, argumentó Ángel Huerta, analista económico de Ve por Más.
La variación interanual se desaceleró, respecto a la de mayo (máximo histórico de 28.9 por ciento), a 19.1 por ciento por una base de comparación menos débil; en el acumulado del primer semestre creció 7.9 por ciento anual.