Los reiterados recortes a la calificación de Petróleos Mexicanos (Pemex) han encarecido a tal grado los intereses que se pagan por su deuda, que el costo financiero de la empresa ocupa una cuarta parte de todo el gasto público que se ha destinado a ese fin en lo que va de 2021, de acuerdo con datos oficiales.
Entre enero y julio se han pagado por intereses y administración del financiamiento de Pemex 100 mil 490 millones de pesos, equivalentes a 25.3 por ciento de los 397 mil 706 millones de pesos que han ido al costo financiero de todo el sector público –incluye al gobierno federal, institutos, organismos autónomos, empresas del Estado– en los primeros siete meses de 2021.
La porción que ahora reclama la deuda petrolera en la carga de intereses que tiene el sector público en México no tiene precedente. Estadísticas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público muestran que, apenas en 2014 –primer año de la reforma energética–, los intereses de Pemex representaron 12.3 por ciento del costo financiero en el país.
Todos los comparativos de enero a julio muestran que, a la par, mientras los pagos que debe hacer el gobierno federal por endeudarse se redujeron 13.7 por ciento respecto a 2020, los de Pemex escalaron otro 3.2 por ciento en lo que va de 2021.
El vínculo entre Pemex y las finanzas públicas de México es manifiesto. En la petrolera se han centrado los recursos a infraestructura pública y, durante la primera mitad de 2021, la inversión financiera del sector público fue 1.2 veces mayor en términos reales frente al año anterior, derivado de las aportaciones patrimoniales a la empresa.
De cara a la entrega del paquete económico 2022 al Congreso de la Unión –que se hará este 8 de septiembre– la advertencia de especialistas es que, en tanto no haya una transformación profunda de la petrolera y se aumente la producción, sostener su rentabilidad vía el apoyo de la finanzas públicas dejará de ser posible.
“Si la empresa no aumenta sus niveles de producción, va a ser más complicado que logre los niveles de rentabilidad deseados y será más complicado para el presupuesto del próximo año apoyarla en su viabilidad financiera”, dijo Héctor Magaña.
El profesor-investigador del Tecnológico de Monterrey agregó que se deben buscar estrategias y convenios con el sector privado para que el nivel de producción tienda a incrementarse mediante la inversión en exploración y explotación de yacimientos en aguas profundas.
Miguel González, coordinador del Centro de Estudios Financieros y de Finanzas Públicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, consideró que la empresa “tiene dos grandes problemas”, uno de eficiencia en sus distintas ramas y otro de administración.
El primero “pasa por una fuerte reorganización para hacer más fuerte a la petrolera”, el segundo requiere que Pemex se maneje como una empresa privada, que se contrate a personal capacitado para dirigirla y no siga en manos de políticos, manifestó.