San Salvador., El Salvador, que dolarizó su economía hace dos décadas, será el primer país en reconocer al bitcóin como moneda legal, en medio de un fuerte escepticismo y advertencias de economistas, organismos financieros internacionales y de los propios salvadoreños.
“Este martes, por primera vez en la historia, todos los ojos del mundo estarán puestos en El Salvador”, dijo el presidente Nayib Bukele, en Twitter. Asegura que la medida ahorrará a los salvadoreños que viven en el extranjero millones de dólares en comisiones por las remesas.
El gobierno de Bukele asegura que la polémica medida contribuirá a la bancarización de la población y evitará una pérdida de 400 millones de dólares en las remesas que los salvadoreños envían desde el extranjero y representan 22 por ciento del producto interno bruto, aunque algunos expertos lo cuestionan.
Además, Bukele creó un fideicomiso de 150 millones de dólares para permitir la conversión de bitcoines en esa divisa, pero persisten las dudas sobre cómo el país evitará los riesgos vinculados a las fuertes fluctuaciones de la moneda digital, cuyo valor puede variar en cientos de dólares en un día.
En junio, El Salvador aprobó la legalización de la criptodivisa y más tarde comenzó la instalación de 200 cajeros automáticos de bitcoines para convertir la moneda digital en dólares estadunidenses y poder retirarlos en efectivo. Asimismo, las transacciones serán libres de comisiones, según Bukele, quien ha dicho que también habrá 50 sucursales financieras en todo el país para retirar o depositar dinero.
Escepticismo de organismos
El Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo son escépticos sobre la adopción del bitcoin como moneda legal junto al dólar.
Tendrá un “impacto negativo” en las condiciones de vida de la población dada la “volatilidad del precio de la cotización”, e “incidirá en precios de los bienes y servicios”, aseguró el economista Óscar Cabrera, ex presidente del Banco Central de Reserva de El Salvador.
“Lidiar con el bitcoin será como la tormenta perfecta en la cual venimos en el Titanic y nadie va manejando”, dijo.