Ciudad de México. El insólito hecho registrado el domingo en el clásico entre Brasil y Argentina, cuando autoridades sanitarias y policías de Sao Paulo entraron a la cancha al minuto cinco y el juego se suspendió, “representa un golpe al ego de la FIFA, que tiene ciertos acuerdos con todos los países afiliados para que le den facilidades en torneos internacionales; lo normal es que los gobiernos acaten, se vulneren, pero esta vez no ocurrió así”, señaló el abogado del deporte Enrique Ornelas.
Pese a calificar de “exabrupto” y “despropósito” la actuación de las autoridades sanitarias de Sao Paulo, Ornelas puntualizó que todos, sin excepción, están obligados a cumplir los reglamentos y leyes de los países. Aunado a que la cuarentena está contemplada e indicada por la Organización Mundial de la Salud. Todos lo saben, la AFA (Asociación de Futbol Argentina) incluida, pero se arriesgó.
“Es un tema delicado porque la FIFA, al igual que todos los países del mundo, está obligada a resguardar las leyes de todas las naciones autónomas. El mundo del futbol debe llevar a cabo las eliminatorias rumbo al Mundial, sí, pero no a costa de violentar normas”, insistió.
“Un caso fácil”: Archundia
A su vez, el ex silbante Armando Archundia manifestó: “La FIFA no tiene un caso fácil, porque su veredicto sólo se puede basar en lo que reporte el árbitro y el comisario del juego, en lo demás no tiene jurisdicción. Pero adelanto: van a repetir el partido y lo más probable es que lo metan en la fecha que se deja para reclasificación”, expuso el también abogado.
En Sao Paulo se informó que la policía federal investiga a los argentinos Emiliano Martínez, Emiliano Buendía, Giovanni Lo Celso y Cristian Romero, jugadores de la Premier League, por dar información falsa al llegar a esta ciudad y no cumplir el protocolo establecido ante la pandemia, el cual los obligaba a guardar cuarentena durante 14 días.
En tanto, Alex Campos, titular de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) indicó que tuvieron acercamientos con la albiceleste, “pudimos deportarlos”, pero prefirieron recomendar guardar la cuarentena. Sin embargo, “reiteradamente (Argentina) hizo caso omiso. Nunca tuvimos intención de interrumpir el partido, nuestro único objetivo era llevarnos a los jugadores que desafiaron las regulaciones brasileñas”.
Aseguró que el sábado se reunió con representantes de la Conmebol, la Confederación Brasileña de Futbol (CBF), la selección argentina y el Ministerio de Salud para notificarles de la necesidad de que los jugadores se aislaran y advertir que los deportistas habrían mentido en el registro migratorio.
“El partido pudo seguir, la interrupción fue una decisión de los diri-gentes. Argentina quiso presionar a las autoridades brasileñas y decidieron irse al no poder contar con esos jugadores”, agregó Campos, quien resaltó que los cuatro rechazaron firmar una notificación sobre el incidente antes de salir del país.
La CBF emitió escritos el 5 de julio y 2 de septiembre en los que se mencionan las restricciones en vigor desde el 23 de junio para viajeros que estuvieron en Gran Bretaña y deja la opción de solicitar permisos especiales al gobierno.
Los argentinos, quienes arribaron el viernes procedentes de Caracas, empero, sostienen que cumplieron con todos los protocolos y se muestran sorprendidos, como lo ejemplifica lo dicho por Lionel Messi en medio del caos que se generó el domingo en la cancha: “Hace tres días que estamos acá. Hubiesen venido el primer día y no así”.
La FIFA también inició una investigación. Dijo que recibió el acta del árbitro, remitiéndola a su comité disciplinario. Reiteró que “lamenta las escenas que precedieron la suspensión del partido” y añadió que la información será analizada por los órganos disciplinarios competentes y tomará una decisión a su debi-do tiempo.
Acérrimos rivales en la cancha, las federaciones de Brasil y Argentina cerraron filas. Incluso, el presidente encargado de la CBF, Ednaldo Rodrigues, brindó una versión distinta a la de Anvisa ante TV Globo: “Antes de iniciar el juego, el delegado del partido dijo que podrían jugar y después ser deportados. Pero luego, por un motivo que se desconoce, cambiaron de parecer”.
Con información de Ap y Afp