Ciudad de México. El desplome del viaducto elevado en las estaciones Tezonco-Olivos de la Línea 12 del Metro ocurrió como resultado del pandeo de las vigas norte y sur por la falta de pernos funcionales, lo que creó condiciones para la distorsión del marco transversal central, con la consecuente propagación de grietas de fatiga que redujeron la capacidad de carga.
De acuerdo con el dictamen técnico final de la empresa noruega DNV sobre la causa del accidente suscitado el pasado 3 de mayo, otros factores que posibilitaron el colapso incluyen deficiencias en las propiedades mecánicas de las vigas y el diseño del marco transversal que con cumplió con los estándares de diseño aplicables.
A diferencia del primer reporte, cuando acudió la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, en esta ocasión, sólo estuvieron presentes los titulares de la secretarías de Gestión Integral de Riesgos, Miryam Urzúa, y el de Obras y Servicios, Jesús Esteva, quien fue el encargado de leer las conclusiones.
El servidor público detalló que la falta de funcionalidad incluyen pernos con soldaduras deficientes, pernos faltantes y pernos mal colocados.
También señaló que las grietas por fatigas observadas no son la causa principal de la falla, pero podrían definirse como secundarias debido a la falta o colocación incorrecta de los pernos sobre la sección media de las vigas fallidas.
Destacó que los componentes de las vía y las instalaciones que se encuentran al lado de la vía se encontraban en buenas condiciones generales, y no hubo evidencia de que cualquiera de los componentes inspeccionados o instalaciones contribuyeran a la falla.
Indicó que se identificó una deformación en el reforzamiento longitudinal de la Viga Norte en enero de 2017, lo que indica que la estructura ya se encontraba en una condición comprometida antes del terremoto de Puebla de 2017, y no como consecuencia del sismo.
Como parte de las conclusiones, señaló que los sistemas de cimentación del segmento Olivos-San Lorenzo Tezonco, parecer ser los apropiados para las condiciones de la superficie y las condiciones geológicas no parece ser un factor contribuyente al desplome.