Marsella. Grupos indígenas instaron ayer a los líderes mundiales a respaldar un nuevo objetivo para proteger 80 por ciento de la cuenca del Amazonas para 2025, y advirtieron que se necesitan acciones audaces para detener la deforestación que está llevando a la selva tropical más grande del planeta a un punto de no retorno.
Los delegados amazónicos lanzaron su campaña en el Congreso Mundial de la Naturaleza, donde miles de funcionarios, científicos y activistas buscan sentar las bases para las conversaciones de la Organización de Naciones Unidas sobre biodiversidad en la ciudad china de Kunming el próximo año.
“Invitamos a la comunidad global a unirse a nosotros para revertir la destrucción de nuestro hogar y, al hacerlo, salvaguardar el futuro del planeta”, declaró José Gregorio Díaz Mirabal, líder de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónca (Coica), que representa a grupos indígenas en nueve países de la cuenca del Amazonas.
Poco menos de 50 por ciento de la cuenca del Amazonas se encuentra actualmente bajo alguna forma de protección oficial o administración indígena, según una investigación publicada el año pasado, pero la presión de la ganadería, la minería y la exploración petrolera aumenta.
En Brasil, hogar de 60 por ciento del bioma, la deforestación ha aumentado desde que el presidente Jair Bolsonaro asumió el cargo en 2019, alcanzando un máximo de más de una década el año pasado.
La cuenca del Amazonas en su conjunto ha perdido 18 por ciento de su forestación original, mientras otro 17 por ciento se ha degradado, según un estudio publicado en julio por el Panel de Ciencias para el Amazonas, basado en una investigación de 200 científicos.
Si la deforestación alcanza 20-25 por ciento, podría llevar al Amazonas a una espiral en la que se secará y convertirá en una sabana, según el científico brasileño Carlos Nobre.
Contaminación del plástico
En otro tema, en el foro de Marsella, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) aseveró que el costo real de producir plástico y soportar su contaminación a largo plazo representó 3.7 billones de dólares en 2019, y precisó que si no se hace nada para atajar los efectos de la contaminación de este material, esa astronómica cifra se duplicará de aquí a 2040, hasta totalizar 7.1 billones de dólares anuales.
El costo de 3.7 billones representa más que el PIB de India, indicó en un estudio.
Su duplicación en 2040 implicaría superar la riqueza conjunta de Alemania, Canadá y Australia (cifras de 2019), y equivale prácticamente (85 por ciento) al dinero que se gastó el planeta en salud ese año.
“Este informe demuestra que los gobiernos y los ciudadanos están subsidiando, sin saberlo, un sistema que impone un impacto negativo inconmensurable” en la naturaleza, aseguró el WWF, que señaló que es la primera evaluación global que se hace del impacto de este derivado del petróleo.
Cada año 11 millones de toneladas de plástico van a parar al mar, y de aquí a 2040, si no se cambia el modelo actual de producción y reciclaje, esa cifra se triplicará.
La comunidad internacional debe comprometerse a interrumpir el vertido de plástico en los mares de aquí a 2030, pide la organización.