La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) expresó su rechazo a la reactivación del Protocolo de Protección a Migrantes (MPP), conocido como Quédate en México, que se deriva de un fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos.
Alfonso Miranda Guardiola, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Monterrey y secretario general de la CEM, y Guadalupe Torres Campos, obispo de Ciudad Juárez y encargado de la la Pastoral de Movilidad Humana, indicaron por separado que ese esquema “viola los derechos humanos” de las personas solicitantes de asilo y conminaron a que en la aplicación de ese programa no se cometan “excesos” contra los migrantes.
“Consideramos que este Protocolo de Protección a Migrantes afecta profundamente los derechos humanos de las personas que solicitan asilo en Estados Unidos, (quienes) se veían obligadas a esperar la resolución correspondiente en la frontera entre México y ese país, lo que las coloca en situaciones de vulnerabilidad y peligros que ponen en riesgo sus vidas, integridad física, emocional y espiritual.”
Consideraron que el gobierno de México debe tener una postura “firme, clara y de absoluto rechazo ante la intención de reactivar el programa Quédate en México”.
Miranda añadió que “no es adecuado aceptar este programa que viola las garantías de los seres humanos que atraviesan las fronteras, por eso alzamos la voz (como Iglesia católica) y recordó que es tal “la complejidad del problema, que no sólo atañe a un solo país. Es importante tomar en cuenta a los niños, niñas, mujeres y familias, sobre los que se enfocan las violencias o agresiones... Pedimos que no haya excesos, ni mucho menos violación a los derechos humanos”.
Torres Campos también se refirió a la “crisis migratoria” en la frontera sur, y lamentó el “hacinamiento, falta de medidas de higiene, comida e insumos básicos” en que se encuentran los extranjeros.