Santiago. El presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció la creación de un nuevo Ministerio de Seguridad Pública que tendrá el objetivo de “poner a las personas, sus libertades y sus derechos en el centro” y restructurará las actuales funciones del Ministerio de Interior, por lo que Carabineros pasará a depender de la nueva cartera.
Piñera firmó un proyecto de ley para crear esta cartera, que “se enfocará en fomentar la coordinación interinstitucional del Estado, otorgar una mirada más amplia al fenómeno del delito y estar en permanente evaluación de los riesgos que enfrenta el país”.
En una rueda de prensa celebrada este viernes en La Moneda, acompañado por los ministros de Interior y Seguridad Pública, Rodrigo Delgado, y de Justicia y Derechos Humanos, Hernán Larraín, Piñera insistió en que “la respuesta del Estado debe ser anticipativa y reactiva”.
Además, debe enfocarse en “minimizar los peligros de la seguridad pública y reaccionar ágil y eficazmente cuando se afecta la seguridad de las personas”, indicó.
Las fuerzas del orden y seguridad pública dependerán jerárquicamente de esta cartera, en concreto los Carabineros, la Policía de Investigaciones, las agencias Nacional de Inteligencia y Nacional de Ciberseguridad, así como las secretarías regionales ministeriales de Seguridad Pública.
“Frente al nuevo paradigma de seguridad, requerimos una respuesta estatal completa, que supere la lógica que entiende a las policías como las exclusivas encargadas de la seguridad, y que parta de la base de que esta función debe recaer en un sistema de seguridad pública, encabezado por un ministerio especializado y técnico”, agregó el mandatario chileno.
Según el gobierno, esta decisión está en consonancia con la hoja de ruta designada por la Unidad Coordinadora de la Reforma de Carabineros, que enfatizó esta acción siguiendo las recomendaciones tanto del Consejo para la Reforma de Carabineros como de la Comisión para la Reforma Policía del Senado, tras las criticadas acciones del cuerpo policial durante el estallido social de 2019.
La labor de Carabineros ha sido ampliamente criticada en los años recientes en Chile, sobre todo desde el estallido de las protestas de octubre de 2019, que condujeron a la redacción de una nueva Constitución, aún en desarrollo.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos de Chile ha denunciado torturas y otros abusos contra personas detenidas en el contexto de las protestas, que dejaron más de una veintena de muertos y más de 3 mil 600 heridos, muchos de los cuales perdieron la vista total o parcialmente debido a la práctica de los Carabineros de disparar a los ojos de los manifestantes.