Metlatónoc, Gro., A sus 9 años de edad, la indígena Rosa Ríos Félix ya sabe lo que es ser jornalera en los campos agrícolas de Río Florido, municipio de Fresnillo, Zacatecas; esa experiencia incluye un accidente automovilístico ocurrido la madrugada del 23 de agosto pasado en la carretera Atotonilco-La Barca, en Jalisco, en el que murieron sus padres y cuatro de sus hermanos.
Su familia, al igual que la mitad de los 2 mil habitantes de Juanacatlán, municipio de Metlatónoc, salía cada temporada a los sembradíos del norte y el Bajío mexicanos.
“Se llevó a su familia, porque aquí en este cerro no hay nada, no hay trabajo, y ellos van a buscar su vida por allá”, dice Nazario Ríos Díaz, hermano de Raúl, a quien ya fallecido en el percance le robaron el dinero que había juntado de los ocho integrantes de su familia.
Quienes quedan de la familia se reúnen en la casa del fallecido padre, Raúl Ríos Díaz, ubicada en la comunidad de Juanacatlán, municipio de Metlatónoc, en la Montaña Alta de Guerrero.
Como Rosa no quiere contar lo que pasó, su hermana Maura narra lo que sabe del percance, según lo que le han contado los sobrevivientes. “Se accidentaron en una camioneta grande, yo venía en otra, iba adelante, porque mi ‘apá me dijo: ‘Tú adelántate, yo me voy a perder si me voy primero’.
“Él nos marcaba (por teléfono) cuando (paraba el automotor e) iba al baño, pero (de repente) ya no nos marcó, por eso no vimos cómo fue (el accidente), ya nos dijo mi hermano (lo que pasó), y de ahí nos regresamos por ellos, ya cuando estaban en el hospital”, recordó.
Era de noche, “como las 2 de la madrugada. Veníamos de allá en Zacatecas, a donde habíamos ido a trabajar en el corte de tomate rojo, tomatillo, y se acabó el trabajo, íbamos para Yurécuaro (Michoacán). Creo que la camioneta se volteó, es que venían 10 personas; sabemos que se volteó en un puente.
Una familiar de la menor pide al gobierno cuidarla
Tiene una solicitud: “Yo pido (al gobierno) que cuiden a mi hermana, yo estoy grande para que me mantengan, nomás a ella y a mi sobrina, ellas dos quedaron huérfanas, y a mi cuñada (que está hospitalizada en Jalisco)”.
Comentó que desconoce quién le robó a su padre la suma de lo que ganaron. “No apareció su cartera, pero él traía la mayor parte del dinero de mi familia y no nos entregaron nada. Todos le dábamos el dinero a mi papá para que lo guardara; es el salario de los más de dos meses que estuvimos en Zacatecas, pero ya habíamos estado en otros lugares. Tan solo yo ganaba de 200 a 250 pesos al día”, manifestó.
“No sé si el patrón apoyó (con dinero), porque yo estaba en el hospital con los cuatro heridos; a mi hermana la dieron de alta, pero en el hospital quedó mi cuñada y mi sobrina, que la van a operar. Mi hermana (Rosa) sólo tuvo golpes en la cabeza”.
Refirió que ocasionalmente, en los campos “estudiaba mi hermana Rosa. Yo voy a regresar a Guadalajara por los que están heridos. No sé si el otro año voy a regresar a trabajar, allá la vida es muy dura; yo desde niña iba con mis papás a trabajar, ahorita tengo 23 años, terminé la primaria”.
Nazario Ríos Díaz, hermano del finado Raúl, mencionó que su consanguíneo “cada año andaba luchando por su vida, ¿y ahora cómo pasó esto? Nadie sabe; yo quiero que haya justicia y apoyo, algo de lo que se pueda hacer por él.
“Quiero que los patrones, a los que él anduvo ayudando, al menos den algo para la niña (Rosa Ríos). Dejó cuatro hijos, dos hombres y dos mujeres; los tres están grandecitos, y la niña, pequeña. Ya no está su papá, y tengo que ver por su familia. En el hospital de Guadalajara quedaron la nuera y la hija de mi hermano, están hospitalizados y queremos traerlos para acá”, finalizó.