Eirinet Gómez, corresponsal de La Jornada en Veracruz, informa (13/4/21) que, hace seis años y después de desempeñarse por 28 como maestra rural, María Luisa Vega, fue víctima de enredos de una financiera que hoy dispone de 95 por ciento de sus ingresos mensuales.
¿Cómo ocurrió algo así? ¿Qué sindicatos lo permiten? ¿Qué responsabilidad tiene la SEP en estos descuentos?
Después de esos años de servicio, la maestra Vega imaginó una jubilación como debe ser: en reposo activo y con nuevas actividades para la siguiente etapa de su vida. Jubilación sólidamente soportada por su pensión ganada a pulso. Nunca imaginó que una financiera resultara la beneficiaria indirecta de esa pensión y le medrara, como lo ha hecho, sus legítimos ingresos.
La historia inició en 2015 cuando María Luisa acudió al Instituto de Pensiones del Estado (IPE) –en Xalapa– para atender otro más de los trámites requeridos. Fuera del establecimiento fue atajada por promotores de la financiera Intermercado quienes, con mucho oficio de vendedores, le pusieron en el cielo un crédito por 50 mil pesos. A Maria Luisa, en principio, toda la celeste oferta le pareció “confiable”. Porque el descuento mensual apenas sumaría 3 mil 300 pesos. Además de que esos recursos extras no los pensaba destinar a sí misma. Estaban orientados a sufragar los estudios secundarios y preparatorios de sus hijas.
Pero sólo dos meses después la misma insistente financiera la ubicó telefónicamente y le puso sobre la mesa “otro” crédito “a la mano”. Maria Luisa pensó: “ay! Me acaban de dar uno ¿y yá me acercan otro?”. En este caso la voz del auricular le garantizaba que los descuentos continuarían sumando los mismos 3 mil 300 pesos mensuales. ¡Ni un centavo más!
Y así fue durante sólo dos meses. Al tercero brotaron con fuerza las irregularidades. María Luisa enfrentó descuentos sucesivos por 12 mil pesos, primero. Luego, otra vez, por 3 mil. E inmediatamente después por 6 mil. Seguido de uno de 7 mil pesos. Hasta que, finalmente, se estabilizaron en 12 mil pesos mensuales.
Ya acorralada con descuentos que le mochaban casi la mitad de su ingreso mensual y, aunque pudiera parecer increíble, la insistente financiera volvió al ataque y se acercó, nuevamente a María Luisa con un lustroso portafolio de nuevas ofertas.
Al final, María Luisa había terminado firmando cuatro créditos por cantidades más o menos similares durante los años 2016, 2017 y 2018. El último de ellos, según documenta la corresponsal Eirinet Gómez, con la financiera CIEP-Procasa, a quien Maria Luisa se lo solicitó ¡para pagar los otros tres!
Es inevitable preguntar, nuevamente: ¿cómo pudo ocurrir algo así? ¿qué sindicatos permiten tal atraco? ¿qué responsabilidad tiene la SEP en el hecho de que se puedan ejecutar descuentos así?
De suerte tal que, al día de hoy, de sus 26 mil pesos de pensión, el IPE le descuenta a la maestra María Luisa 95 por ciento de su ingreso y se lo entrega a las financieras para cubrir sus préstamos. Ella sobrevive con, cerca de mil 904 pesos, que representan el “saldo” en su cuenta.
Asfixiada y completamente desmoralizada, la maestra María Luisa inició, entonces, la visita de la Cinco Casas buscando renegociar su deuda. Primero acudió a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros donde le comunicaron: “no podemos hacer nada. Tiene que demandar”. Lógicamente, su segunda casa visitada fue el propio IPE. Ahí, quedó sorprendida cuando un empleado de nóminas le espetó “si pediste, María Luisa, entonces paga!”. La tercera casa a la que llegó fue su propio sindicato, donde la respuesta resultó más desalentadora; un hombre muy ocupado le indicó, sin siquiera levantar la mirada, “cuando pase la pandemia, te atendemos”.
María Luisa reflexionó en la cantidad de años que cubría religiosamente su cuota sindical y su cotización regular, sin fallar nunca al IPE. ¿Y ahora? ¿Ahora que los necesitaba? La respuesta era nada de nada! Sólo desprecio e indiferencia. Sin darse por vencida, visito infructuosamente su cuarta casa: la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Y, luego, la quinta: la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).
Fue entonces que decidió establecer con total claridad que, en su calidad de usuaria crediticia, ella no se niega a pagar los créditos. Pero ahora exige una revisión de los que no solicitó. Y, sin embargo, le fueron adjudicados arbitrariamente por la financiera.
En una situación similar a la de María Luisa hay en el IPE al menos otros 4 mil 974 pensionados con uno o más créditos. ¿Cómo ocurren estos casos? ¿Qué sindicatos lo permiten? ¿Cuál es la responsabilidad de la SEP en este tipo de descuentos?
El 30/4/21 la Cámara de Diputados aprobó en Comisiones una minuta que propone incluir el Crédito de Nómina con Cobranza Delegada. Falta que la apruebe el Pleno.
* Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco