Como nueva presidenta de la mesa directiva del Senado, Olga Sánchez Cordero remitió la madrugada de ayer a la Cámara de Diputados la minuta con la ley de revocación de mandato, aprobada casi de manera unánime por los senadores, luego de más de 16 horas de negociación.
“No permitamos que el Instituto Nacional Electoral (INE) ni que ningún órgano autónomo, por más poderoso que sea, nos sustituya”, advirtió desde tribuna el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, al final de la discusión sobre la propuesta de ley –avalada con 102 votos a favor y dos en contra– que permitirá que los ciudadanos puedan no sólo elegir, sino remover al Presidente de la República. Monreal aludió que los lineamientos que el INE preparó para llevar a cabo el proceso de revocación de mandato quedarán sin vigor una vez que la ley se apruebe en la Cámara de Diputados y pase al Ejecutivo federal para su promulgación.
Aunque el PAN, PRI, MC y PRD consideraron que fue un triunfo del bloque opositor, el senador de Morena César Cravioto advirtió que “no hubo vencedores ni vencidos”, ya que la pregunta que se hará a los electores, principal motivo del diferendo, quedó con una redacción equilibrada.
El artículo 36 permite la opción de votar para “que se revoque el mandato por pérdida de confianza al jefe del Ejecutivo federal”, como lo exigió la oposición, o para que “siga en la Presidencia de la República los tres años que le faltan”, como lo propuso Morena.
La senadora del PRI Claudia Ruiz Massieu sostuvo que se logró revertir “una pregunta malintencionada” que no hacía referencia a la pérdida de la confianza, o peor aún, invertía el sentido del mecanismo de democracia directa al configurar una ratificación en lugar de una revocación, lo que era inadmisible. En iguales términos se expresaron el coordinador del PAN, Julen Rementería, el perredista Miguel Ángel Mancera y el senador de MC Noé Castañón. Todos reconocieron la construcción de acuerdos. Cravioto resaltó otros logros, entre ellos que los partidos políticos puedan publicitar ese mecanismo sin usar recursos públicos, además de que no habrá “vetos ni bozales para nadie”, toda vez que los legisladores y quienes lo deseen podrán participar en la difusión de ese tipo de consultas populares.
Destacó, además, el hecho de que se obliga a que el INE instale cien por ciento de las casillas o mesas receptoras de opinión, como en los procesos electorales; que realice una difusión oportuna del proceso de revocación de mandato, y que ejecute los ajustes presupuestales necesarios a fin de que ese ejercicio ciudadano se lleve a cabo. “Que nos diga ‘no hay dinero’”.
En la construcción de acuerdos, Morena retiró a última hora una reserva al artículo 33 fracción cuarta en la que daba al mandatario federal la posibilidad de voz en el asunto: “sin perjuicio de lo establecido en el artículo 134 de la Constitución, el titular del Ejecutivo federal tendrá el derecho de opinar e informar acerca de la continuidad en su cargo”.
Ante el pleno, Monreal expuso que la excluía de la discusión con el propósito de no dar motivo a que se judicialice la ley ni que vuelva la confrontación parlamentaria. La nueva legislatura, sostuvo, comenzó con un proceso de consenso extraordinario, “mantengámoslo así”, pidió, la madrugada de ayer.