Hace ocho años, la profesora Guadalupe Vital, de la Facultad de Sicología (FS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), denunció haber sido víctima de acoso sexual y laboral, pero en vez de que se iniciara un proceso de investigación al respecto, la académica aseguró que ha sido blanco de hostigamiento laboral, el cual se ha extendido a los consejeros técnicos que la han apoyado, uno de los cuales incluso recibió amenazas de muerte.
En entrevista con La Jornada, la docente explicó que en 2013 fue acosada sexual y laboralmente por su jefe inmediato, por lo que solicitó su cambio de adscripción y acudió ante diversas instancias de la máxima casa de estudios para denunciar lo ocurrido.
Luego de que en el Consejo Técnico de la FS finalmente le indicara que tenía que renunciar a la plaza definitiva que había ganado como maestra, a fin de que procediera su cambio de sede laboral, la afectada llevó el caso ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.
El resultado, afirmó, es que le retiraron sus horas de clase y sus estímulos al desempeño académico, además de frenar el doctorado que estaba realizando, culparla de manera injustificada por el robo de cuatro computadoras y acosarla laboralmente.
En 2019, Guadalupe Vital interpuso una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y, al año siguiente, las autoridades laborales emitieron un laudo absolutorio para la UNAM, pero la docente interpuso un amparo para que el proceso se mantenga vigente.
Cuando el Consejo Técnico de la FS abordó de nuevo su caso, afirmó, las autoridades le indicaron que podrían negociar con ella sólo si se desistía de su queja contra la Universidad, pero Vital se negó, “porque si lo hago, a los responsables no los van a sancionar”.
Por su parte, Ricardo Trujillo, académico de la FS, denunció que por haber retomado el caso de Vital en el seno del Consejo Académico del plantel en 2020, fue sancionado con una investigación administrativa, al tiempo que un consejero estudiante que sólo se identificó como Iván N recibió amenazas de muerte a través redes sociales por involucrarse en el tema, por lo que tuvo que dejar su domicilio y esconderse durante varios días.
“He denunciado éste y otros casos de acoso sexual en la Facultad y, en lugar de atenderlos, la administración de María Elena Medina-Mora ha propiciado un clima de persecución y violencia institucional contra los que nos atrevemos a denunciar”, lamentó.
Este diario le solicitó a la UNAM una postura sobre las denuncias, pero hasta el momento no la ha recibido.